...el mandato que pesa sobre todos nosotros, tanto los seres humanos como los bovinos, los altamente diferenciados y los casi indeferenciados, de vivir, no sólo de aguantar, sino de vivir tomando, dando, nutriendo, ordeñando, reconociendo sinceramente, como el enigma que es, la falta de sentido de la vida.
Así dice. "La falta de sentido de la vida."
(Así dice. "No sólo de aguantar, sino de vivir...")
Pero me quedo pensando en esta cuesión de la falta de sentido. Entonces me digo, por ejemplo, que todo aquello que catalogamos como falto de sentido, como la vida, según lo plantea Roth, en realidad a lo único que nos remite es al hecho de que nosotros, quienes así calificamos el sinsentido en cuestión, no logramos encontrar un sentido allí. Lo cual no significa que eso no tenga, finalmente, un sentido; que sin embargo tal vez se nos escapa.
En otras palabras: ¿el sinsentido reside en lo que se observa o en la mente del observador, que juzga y no termina de comprender? Porque si de algo no cabe duda es de que siempre será más fácil decir "no tiene sentido", en lugar de "yo no se lo encuentro".
Ahora bien, ¿y qué sucede con lo que sí tiene sentido? Quiero decir: ¿no radicarán acaso esos presuntos sentidos, que a veces nos parece encontrar en ciertas cosas, también en los sujetos que analizan, más que en las cosas analizadas? ¿Habrá finalmente, en alguna parte, algo que se parezca a eso que llamamos la verdad?
Tal vez, entonces, sea cierto, y la vida no tenga sentido; pero únicamente porque el mismo concepto de sentido sea inválido.
En cuanto a mí, prefiero pensar la vida no como un sinsentido, sino en todo caso como un juego, del cual paradójicamente nadie nos ha revelado sus reglas; de manera que cada uno juega como mejor puede, pero sin saber a ciencia cierta si lo está haciendo bien o mal.
la falta de sentido
ResponderBorrartal vez sea la más gratuita y generosa ofrenda
Este comentario que escribiste, acá arriba del mío... ¿vos dirías que tiene sentido, entonces?
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