¿Qué se puede hacer en ochenta años? Probablemente, empezar a darse cuenta de cómo habría de vivir y cuáles son las tres o cuatro cosas que valen la pena.
Un programa honesto requiere ochocientos años.
Los primeros cien serían dedicados a los juegos propios
de la edad, dirigidos por ayos de quinientos años; a los cuatrocientos años, terminada la educación superior,
se podría hacer algo de provecho; el casamiento no debería hacerse antes de los quinientos; los últimos cien años de vida podrían dedicarse a la sabiduría.
Y al cabo de los ochocientos años quizá se empezase a saber cómo habría que vivir y cuáles son las tres o cuatro cosas que valen la pena.
Un programa honesto requiere ocho mil años...
Así las cosas, entretanto seguimos viviendo.
Leyendo la Biblia, al principio, la idea de Dios era algo distinto a lo que ahora tenemos...
ResponderBorrarLa Biblia...
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