sábado, abril 25, 2015

Hombres y dioses

A pesar de tantas injusticias
a pesar de tantos horrores repetidos
a pesar de que toda vida esté condenada
a terminar en muerte
yo creo en Dios
o en algo muy parecido a Dios
y también creo en la buena gente
esa que cree en ciertos Dioses
pero dudo mucho, también debo decirlo,
que Dios todavía crea en Nosotros.


lunes, abril 20, 2015

Cuando la mar

La vida muchas veces
nos somete a la nostalgia
de quien aprende a navegar
después de largo tiempo
sólo para descubrir,
con desconcierto,
que al cabo de
tanto aprendizaje
el mar entero se ha
convertido en desierto.



sábado, abril 18, 2015

La pregunta sin respuesta

Me pregunto qué me pasa, qué me sucede. Y me respondo que me pasa y me sucede que me fastidian esas personas que de repente te preguntan qué te pasa, porque te presintieron, o porque te vieron la cara rara, y me fastidia no porque se interesen, claro que no es eso lo que me molesta, sino que me irrita sobremanera que te lo pregunten como si uno tuviese la obligación, o siquiera la menor posibilidad, de conocer esa respuesta, como si no fuese suficiente la evidencia de que algo malo sucede, como si el paciente fuese a darle al médico el diagnóstico de su malestar, o como si el automóvil que no funciona fuese a responder si el mecánico le preguntara `qué te pasa, por qué no arrancás, qué te sucede`, y lo más grave es que en el fondo están convencidos de que si no hay una explicación razonable para tu problema, es porque el tal problema no existe.

La gran pregunta es entonces dónde encontrar un mecánico que te pueda arreglar el alma. Por fortuna, todavía creo que esos mecánicos existen, en alguna parte. Pero estoy seguro de que no te preguntan cosas absurdas como "qué te pasa", sino que simplemente te acompañan, se quedan cerca, y de esa manera te curan, te arreglan, aunque sea un poco, como para que puedas seguir andando.

domingo, abril 12, 2015

De exorcismos y demonios

"Quise ahogar mis penas en alcohol, pero ellas aprendieron a nadar", leo que dijo una sufrida artista plástica cuya obra nunca me terminó de agradar, pero cómo no simpatizar, en cambio, con semejante confesión. Yo confieso, por el contrario, que carezco por completo de cultura alcohólica. Llegué a marearme horriblemente con una copa de sidra, o comiendo unos bombones de chocolate rellenos licor... pero curiosamente la única vez que pretendí emborracharme en serio, hasta perder el sentido (buscaba ahogar mis penas en alcohol, hubiese dicho Frida Kahlo), tomé como jamás lo había hecho y ni siquiera conseguí una miserable jaqueca que me distrajera un poco del dolor del alma. Tal vez por esto es que la frase del inicio llamó tanto mi atención.

Lo cierto es que las penas, los dolores, los demonios, son capaces de tomar muy diversas formas. Y también existen muchas formas de pretender distraerlos, ahogarlos, matarlos, aniquilarlos. Aunque por lo general todos estos intentos terminan siendo invariablemente vanos. El grave problema es que estos demonios, acaso como cualquiera de ellos, se instalan justo adentro de uno. Y no es posible hacerles un agujero para que salgan sin agujerear al mismo tiempo el propio cuerpo. ¿Y qué pasa si por ese agujero en lugar de escapar los demonios se escapa la propia vida? Le sucedió a aquella cantante chilena, Violeta de nombre, que poco tiempo antes, paradójicamente, le agradecía cantando a la vida. Le sucedió a muchos otros también, de seguro.

Dicen que hay días en que se hace necesario despreciar un poco la vida para sentirse otra vez vivo. ¿Quién dice?... Las voces dentro de mi cabeza, claro. Pero hay que tener cuidado, porque la línea que separa todas estas cosas siempre es demasiado delgada y es preferible no jugar con estos asuntos. Yo por ahora busco exorcismos simples, inocuos, a través de la palabra. Aunque también siempre hay quien nos recuerda que las verdaderas procesiones van por dentro.

viernes, abril 10, 2015

El ánfora rota

El ánfora amada se ha roto.
Ahora yace partida en dos pedazos.
Sin embargo, cada uno de esos trozos,
diferentes ambos, únicos e irrepetibles,
continúan siendo parte de un todo primigenio.
Así somos nosotros: como ese par de pedazos
de un ánfora preciosa que se ha quebrado.
Podríamos ansiar el hartazgo o el olvido
pero hay algo más grande que nosotros,
una naturaleza anterior al quebranto,
de la cual seguiremos siendo parte.




jueves, abril 09, 2015

Ser mejores

"Me siento mal por cómo la traté", me dijiste ayer. Y yo sorprendido te pregunté: "¿Por qué decís eso? ¿Acaso vos la trataste mal?" Sinceramente no necesitaba que respondieras esa pregunta, porque ya conocía yo de sobra la respuesta. Pero igual contestaste: "No, papá, claro que no la traté mal; para nada." Después agregaste algo más; algo que me sacudió interiormente: "No es que la haya tratado mal. Pero sé que podría haberla tratado mejor."

Los dos lloramos, entonces. Vos por Camila, tu gata, que yo acababa de enterrar en el jardín de adelante. No fue la primera muerte que te tocó de cerca, pero toda muerte nueva es una experiencia cruel, por lo definitiva y también por lo desconcertante. Llorabas porque vos la habías cuidado mucho, y la habías tratado siempre bien; pero de repente te dabas cuenta de que hubieras podido hacerlo aun mejor. Por mi parte, yo lloré un poco por lo mismo, pero además porque tu reflexión no me dejaba lugar para el escape: ahí estaba el trasfondo de buena parte de mi dolor y de mi culpa. Sé que he sido hasta aquí una buena persona, un buen padre, incluso hasta cierto punto un buen compañero, un buen hijo... pero todas esas cosas, y cualquier otra que me pudiese plantear, también en mi caso podrían haber sido hechas de mejor manera.

Te dije entonces que intentaras aplicar esa reflexión a tu vida cotidiana, a cada momento, a cada relación que te tocara enfrentar. Me miraste algo extrañada y dijiste que no creías que fuese digno, esta fue la palabra que usaste, vivir tomando tantas precauciones todo el tiempo. Y yo te respondí que estabas equivocada. Pero confieso que lo vi con claridad recién en ese instante: si hay una manera digna de vivir, es precisamente esa, considerando si lo que estamos haciendo en relación a los demás no tiene un mejor modo de ser hecho, si no podemos ser mejores o hacer por el otro todavía un poco más, para no tener que arrepentirnos el día de mañana. Imaginá por un momento cómo sería el mundo si toda la gente se comportara de esa manera... ¿Por qué no comenzar por uno mismo? La mala noticia es que no podemos deshacer nada de lo que ya hayamos hecho mal. La buena, por el contrario, es que todavía estamos vivos y tenemos el poder de disponer lo que hagamos de aquí en adelante.

miércoles, abril 08, 2015

Camila

Era solamente una gata, es verdad. Aunque quién sabe qué querrá decir en realidad eso de "solamente". Digamos entonces que era una gata. O mejor aún: nuestra gata. Y ya se sabe, uno a los gatos los cría, los cuida, los vacuna, les da de comer, los reta cuando hacen algo malo, limpia sus cosas, hasta que un día eventualmente se mueren. Esto si no se da la eventualidad de que uno se muera antes, algo que de tanto en tanto también puede suceder. Dicen que algunas personas incluso se los comen. A los gatos, me refiero. Los chinos, por ejemplo. Yo me pregunto si alguna vez se habrá dado el caso de que el dueño de algún gato chino se haya muerto y el animal, privado de alimento, se haya comido parte de su amo. Hubiese sido justicia, pero eso no viene al caso. El caso es que Camila no era solamente una gata. Nosotros le habíamos dado un lugar diferente. O ella se lo había ganado. La habíamos criado, cuidado, vacunado, alimentado, retado, limpiado... y yo acabo de enterrarla, hace un rato, en el jardín de adelante de la casa, envuelta en una tela verde, como para que no tenga frío, allí sola ella, en la oscuridad de la tierra húmeda. Después lloré un poco. Porque recordé que alguna vez esa gata, cuando yo estuve mal, no del cuerpo, sino del alma, vino a apoyar su cabeza en mi falda, pero no buscando una caricia, sino ofreciéndola. Y lloré también por la certeza de que algún día estas mismas paladas de tierra que caen todavía sobre ese pequeño bulto inmóvil de tela verde, aún ligeramente tibio, caerán también sobre mí, sobre vos, sobre cada uno de nosotros.

martes, abril 07, 2015

El microcuentista

Por una vez, todos los críticos estuvieron de acuerdo: había desaparecido un verdadero talento, un orfebre de la palabra, un artesano de la literatura, que había tenido el coraje de renunciar a los formatos más tradicionales vinculados a las letras, frecuentados hasta el cansancio por novelistas, cuentistas, ensayistas y cronistas de la más diversa cepa, para concentrarse en el cultivo de un arte harto más sutil: el microcuento. Augusto José Darriba había fallecido tempranamente, dejando tras de sí un cúmulo de ideas, desarrolladas todas ellas en su mínima expresión. Allí donde otros autores hubiesen abordado escritos monumentales, él resolvía con unas pocas líneas una historia, un pensamiento, un mundo. El poder de síntesis de este gran escritor -decían sus obituaristas- lo había llevado a despreciar la posibilidad de consagrarse en rubros literarios habitualmente considerados mayores. Lo que no sabían estos críticos es que en realidad Augusto José Darriba hubiese sido de muy buen grado novelista. De hecho, ese había sido durante toda su vida, secretamente, su mayor deseo. Pero por más empeño que puso, jamás logró redactar un texto que tuviese, título incluido, más de ciento noventa palabras.

lunes, abril 06, 2015

Spleen

Y me pregunto por qué hoy
por qué hoy precisamente
llegan hasta mí estas inquietudes
otra vez, de nuevo
estas preguntas vanas
esta soledad que me invade
como un cansancio viejo
y no es que hoy tenga algo en particular
excepto este dolor
que de todos modos es dolor de siempre
repetido a lo largo de los años
pero incluso así nuevo siempre;
será que ayer hablamos
de resurrecciones
y yo no logro hallar
una que pueda sentir propia,
o acaso será esta mano que vacila
como si en verdad no fuese mía
como la promesa absurda de un imbécil
como una burda y torpe amenaza
que por vista una vez y otra ya aburre.
Por fortuna ya ni siquiera yo mismo me creo
aunque, también es cierto,
en definitiva nunca se sabe.

domingo, abril 05, 2015

Pascua

Hay resurrecciones indispensables
así como también las hay inconcebibles.
Me pregunto cuál de las dos es la que me acucia hoy,
mientras miro amanecer al lado de este brote
que nace pegado a una lápida
cuya inscripción veo pero no alcanzo a leer,
como si se tratara de un sueño.



sábado, abril 04, 2015

Microcuento: Suspiros

"No existe ningún silencio comparable a aquel que es sutilmente rasgado por el suspiro de una mujer", anotó mentalmente, en medio de la profunda oscuridad de la noche.

Y como por alguna razón la idea le pareció incompleta, enseguida añadió: "En especial, si se trata de una mujer ausente."

Revisó su idea y le pareció poética, primero, y después inquietante. Porque si aquella mujer estaba realmente ausente, ¿qué diablos era eso que estaba ahí, oculto en la oscuridad, suspirando a sus espaldas?

viernes, abril 03, 2015

Soledades

Existe una soledad más vasta
que la tuya
e incluso la mía
que es vasta soledad
desde que estoy conmigo.
Hay una soledad que aún no conocemos
pues no hemos estado allí todavía
pero que nos espera paciente
en algún lugar incierto
en un impreciso instante de lo porvenir
a la vuelta de una esquina
en un irnos a dormir cualquiera.
Mientras tanto
permanecemos solos
inmensa y secretamente solos
aunque aprendamos a disimularlo
llenando nuestro escaso tiempo
con cientos de palabras vanas
con miles de gestos vacíos
o con la profunda poesía
de un leve beso
de una tibia caricia
de una sonata de Schubert
de un amor fugaz
porque fugaz es la vida.

jueves, abril 02, 2015

Oasis II

I.
Quiero que sepas
lo importante que fue para mí
haberme asomado a tu boca
a tu piel tibia y mansa
a tus pechos desnudos
haber probado en ellos tu miel
con mis ojos deseosos
con mis manos ávidas
con mi lengua sedienta
haberme hundido en tus profundidades
haberme perdido en las horas
esas durante las cuales
sanaron un poco mis heridas
en tus heridas
nuestros amores
transmutados en bálsamo.

II.
Sin embargo
también es necesario que lo sepas
yo soy un condenado
mi destino es la soledad
y no existe ningún páramo
en el cual pueda abrevar realmente.
Nada nuevo hay bajo el sol:
el tiempo de partir llegará
sea el tuyo como el mío
de manera inexorable.

miércoles, abril 01, 2015

Oasis I

Te confieso
que me gustaría
tenerte aquí a mi lado
preferentemente desnuda
acostada conmigo en la cama
nada más para abrazarte en silencio
y sin que me preguntes nada
del mismo modo en que tampoco
le pregunta nada el oasis al sediento
que llega deshauciado hasta sus aguas
con la esperanza de hallar en ellas algo
que le permita sostener otro poco la vida.
Quiero que vos seas para mí ese oasis
ese pozo de agua cristalina y fresca
ese sustrato vital que justo llega
cuando todo lo demás parecía
ser solo arena calcinada y muerta,
tu piel, tu abrazo, tu beso,
tu silencio, tu calma,
ese es mi reposo.