Y ponele que entonces uno decide plegarse a la tontería esta de los balances de fin de año, y entonces llega inevitablemente a la conclusión de que con 46 años cumplidos todavía no ha entendido gran cosa de la vida...
El balance es finalmente positivo, pues comprender eso ya es haber comprendido algo. No hay mayor ignorancia que la de aquel que no quiere saber que no sabe.
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