Me llamó la atención su mirada,
que de pronto pareció atender a otro espacio,
a otro tiempo, a otra gente, a otro mundo.
Los dos somos hombres razonables;
ninguno creería, por ejemplo,
en fantasmas y esas cosas.
La diferencia entre él y yo,
en lo que respecta a este asunto,
es que desde hace un tiempo y cada tanto
él ve pasar ante sus ojos a su madre,
cuando el hecho es que mi abuela
falleció hace muchos años.
Algunos se preguntarán
que tendrá esto de razonable.
Yo considero razonable reconocer
que todo lo que sabemos es menos
que lo mucho que ignoramos.
martes, mayo 30, 2017
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