Recuerdo una tarde
en que me detuve a ver
crecer un brote con tres hojas
a la vera de una laguna.
Durante varias horas
no hubo más que eso.
Y fue más, sin embargo,
que todos los libros leídos
en el decurso de toda mi vida.
No estuve nunca acaso tan cerca
de ser alguien sabio, como ese día.
sábado, octubre 16, 2021
Sabiduría fugaz
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