miércoles, noviembre 29, 2023

Para pensar

De pronto comprendo: La raíz del problema contemporáneo no es política. Ni siquiera es económica. Sí se trata de un dilema de orden social e ideológico; aunque no en el sentido tradicional. El problema contemporáneo se ubica en la distorsión perceptiva del ciudadano promedio, ese que ya no sabe distinguir entre la realidad y las fantasías propiciadas por las discursividades meméticas que se multiplican como fenómenos virales. Es su alejamiento de la realidad, reemplazada de repente por significantes vacíos lo que lo lleva a actuar de maneras que son contrarias a sus propios intereses.

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