Todo lo que inicia terminará en algún momento.
Este hecho implica a un mismo tiempo
una esperanza y una condena.
Si no hay mal que dure cien años
tampoco hay vida que los tolere.
Siempre que llovió, paró
en algún momento,
pero hubo quienes no vivieron para verlo.
Y así es siempre, con todo.
El inicio de un nuevo año, de un nuevo mes,
de una nueva semana, de un nuevo día,
marca una oportunidad y un punto de no retorno.
Hay dos cuentas contrapuestas
que avanzan, inexorables.
Una suma, nos hace crecer.
La otra resta, nos acerca al punto final.
Pero aquí estás, vivo, iniciando un nuevo año,
un nuevo mes, un nuevo día
al lado de la mujer amada
que duerme tranquila a tu lado.
Afuera el mundo sigue albergando
cosas buenas y malas, misterios y miserias
que seguirán siendo iguales cuando ya no estés.
Pero hoy estás.
No lo olvides, carpe diem.
Solo se trata de escoger las batallas adecuadas
y de no perder el instante.
miércoles, enero 01, 2025
Nuevo año, nuevo día
Publicadas por Germán A. Serain 0 comentarios
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