miércoles, julio 05, 2023

Sobrevida

Hace unos días falleció el hermano de una amiga, compañera de la cátedra en la cual doy clases desde hace muchos años. Esta compañera -flamante jubilada- fue de hecho mi docente en la asignatura. La despedida debió hacerla a la distancia, pues ella está radicada en Buenos Aires y el deceso tuvo lugar en Colombia. Quiso la casualidad que aquel hombre tuviese el mismo nombre que yo, aunque de este detalle yo me enteraría recién días más tarde.

Ayer mi compañera publicó en sus redes sociales un agradecimiento a todos los que de un modo u otro le habíamos acercado nuestro afecto y condolencias por esa muerte. El texto dice así: 

"Con todo mi amor y emociones encontradas doy gracias a todos los amigos y conocidos que nos saludaron por nuestro duelo por Germán".

Yo no había visto esta publicación. Y por la tarde recibí un mensaje algo extraño en mi celular. Era otra antigua amiga y compañera de la misma cátedra, que hoy está en Italia, del otro lado del mundo. El mensaje decía, de manera por demás escueta: "Hola. ¿Estás?". Yo estaba, así que respondí con un "hola, acá estoy". Entonces, del otro lado me enviaron un mensaje, esta vez con voz grabada, que decía algo sobre "el mensaje que publicó Ángela" y la angustia desde hace varias horas de intentar saber si...

Yo no entendía de qué publicación se trataba así que, mientras la grabación seguía avanzando, fui a ver el Facebook de Ángela, y ahí estaba. Estaba mi nombre, asociado a la palabra duelo. Que se entienda: no el nombre del hermano de mi compañera, sino el mío, que es el mismo, pero no. Sentí un frío que recorrió mi espalda, ese frío que te dice que sos muchísimo más frágil de lo que estás dispuesto a reconocer. Que te dice que, en efecto, un día no vas a estar más, carpe diem, todo eso. Creo que por un instante me sentí un fantasma. 

Después me reí. Me reí ante el equívoco, quiero decir. Pero debo reconocer que fue una de esas risas nerviosas, forzadas, como de idiota, que tapan algo que en definitiva es muy parecido al espanto.

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