Al árbol que tardó cien años en crecer
lo derriban en solamente dos horas.
El pájaro que anidaba en su copa se va,
y no vuelve más.
El monte va perdiendo su canto...
y yo la esperanza.
Cuando terminó la cursada del año pasado en la Universidad, un estudiante se acercó y me obsequió un disco, con canciones escritas por su hermano. Hoy me puse a escuchar nuevamente ese disco, y me detuve en este pedacito de poesía, cuya elocuencia me exime de cualquier otro comentario.
lo derriban en solamente dos horas.
El pájaro que anidaba en su copa se va,
y no vuelve más.
El monte va perdiendo su canto...
y yo la esperanza.
Cuando terminó la cursada del año pasado en la Universidad, un estudiante se acercó y me obsequió un disco, con canciones escritas por su hermano. Hoy me puse a escuchar nuevamente ese disco, y me detuve en este pedacito de poesía, cuya elocuencia me exime de cualquier otro comentario.