domingo, julio 31, 2016

Naturalezas

Padecemos, entre otras cosas,
una errática apreciación del tiempo
que tal vez no sea sino un gesto de rebeldía
frente a nuestra pobre condición de
seres mortales, evanescentes,
sin chance de trascendencia.
Quizás por eso necesitamos tanto
que con una mirada una palabra un gesto
alguien nos haga sentir valorados,
que nos rescate de nuestra soledad,
del angustiante vacío de la nada.
Somos apenas el suspiro de algo que nos supera,
nada más el breve reflejo de algo más amplio
que acaso jamás llegaremos a conocer.
Somos un poco como la música
que solamente existe mientras suena.
Pero aquí estamos, entre tanto.
Frágiles y desorientados.
Desamparados y sedientos.

lunes, julio 25, 2016

Busco

Ando buscando palabras
para decir cosas indecibles.
Ansío colores que me ayuden
a pintar paisajes jamás vistos.
Sonidos imposibles para hacer
músicas jamás escuchadas.
Estoy solo en medio de la noche;
desnudo en la oscuridad, lloro.

viernes, julio 22, 2016

Espejos

No sabemos quiénes somos.
Mucho menos podríamos conocer
quién es el otro, ese eterno misterio.
Cada uno observa en el rostro del otro
lo que decide ver, o aquello que él mismo es,
incluso sin saberlo, como si de pronto se contemplara
en el cristal siempre ambiguo de un espejo.

martes, julio 19, 2016

Spleen du mardi

Emociones complejas.
La incierta melancolía de
ciertas tardes de domingo que
confundidas caen un martes.
El eje de lo real que insiste
en jugar al gallito ciego conmigo.
Por supuesto, yo siempre debo ser
el que lleve los ojos vendados.
La sabiduría es evasiva:
se presenta ante mis ojos
desnuda, pero entremezclada
con mil curiosas ensoñaciones.
De hecho, ahora mismo,
que me busco en vano
y no me encuentro,
no sé si duermo
o si estoy despierto
o si realmente soy yo
quien escribe estas palabras.

jueves, julio 14, 2016

Sueño 160712 - Casi un cuento

El hombre espera dentro de su auto, afuera de la casa, que sabe vacía. Alguna vez fue casa suya. Ahora la vive como casa ajena. Tiene las llaves en un bolsillo; podría entrar, si quisiera. Volver a recorrer los rincones añorados, acariciar otra vez sus muebles, hojear de nuevo alguno de sus libros. Pero no, no entrará. El simplemente espera, aunque no sabe exactamente qué. En algún momento alguien llegará hasta la puerta de esa casa. Y entonces. Su atención hace foco ahora en el arma que descansa a un costado, cerca de su pierna. Extiende la mano, apenas, y acaricia el metal frío. En ese instante comprende que la historia tendrá un desenlace trágico, por más que todavía no logre precisar cuál ha de ser. También entiende que no hay manera de evitar lo que está por venir, pues él no es más que una suerte de títere, que no podrá hacer sino aquello que el destino le tenga previsto. Aquí no hay víctimas ni victimarios. No hay inocentes ni culpables. Por suerte, al rato se queda dormido, y entonces sueña que despierta en su departamento, que se ducha, se viste, desayuna y sale hacia su trabajo. Afuera está el sol, pero algunas nubes persisten amenazantes en el cielo.

viernes, julio 08, 2016

Lo Uno y los Otros

En una cita reveladora, en relación al complejo problema de la identidad, Simone de Beauvoir señala:
"La categoría de lo Otro es tan original como la conciencia misma. En las sociadades más primitivas, en las mitologías más antiguas, siempre se encuentra un dualismo que es el de lo Mismo y lo Otro. (...) La alteridad es una categoría fundamental del pensamiento humano. Ninguna colectividad se define jamás como Una sin colocar inmediatamente enfrente a la Otra. Bastan tres viajeros reunidos por azar en un mismo compartimiento, para que el resto de los viajeros se conviertan en "otros" vagamente hostiles. (...) Entre aldeas, clanes, naciones, clases, hay guerras, potlachs, negociaciones, tratados, luchas, que despojan la idea de lo Otro de su sentido absoluto y descubren su relatividad; de buen o mal grado, individuos o grupos se ven obligados a reconocer la reciprocidad de sus relaciones. (...) Ningún sujeto se plantea, súbita y espontáneamente como lo inesencial; no es lo Otro lo que, al definirse como Otro, define lo Uno, sino que es planteado como Otro por lo Uno, al momento de plantearse éste como Uno. Más, para que no se produzca un retorno de lo Otro a lo Uno, es preciso que lo Otro se someta a este punto de vista extraño." (S.B., "El segundo sexo")
Interesante para tener presente a la hora de evaluar algunas cuestiones en relación a la pregunta, aparentemente simple pero eternamente irresoluta, de "quién soy yo".