miércoles, julio 31, 2019

Cercanías y distancias

Es curiosa la memoria. Nos conectamos muchas veces a través de ella con la lejanía de un recuerdo... Esta expresión acaso tenga demasiada pretensión poética. Lo que pretendo decir es que, aunque parezca una paradoja, la memoria remite tanto a una cercanía como a una distancia. Esos recuerdos que tenemos, o quizás creemos tener, nos remiten a cosas lejanas en el tiempo, pero tal vez no son en verdad más que construcciones que hacemos. No es verdad que recordemos aquellas vacaciones que hicimos junto a nuestros padres cuando teníamos cinco años. Lo que recordamos es una foto tomada en aquella ocasión, y algunas cosas que nos contaron, y el resto lo inventamos. Cercanía y distancia, entonces. Y ni siquiera es necesario que nos remontemos tanto en el tiempo. Ni siquiera son del todo auténticos los recuerdos que nos remiten a las cosas que han sucedido hace diez años atrás. O acaso incluso ayer mismo.

Hablando de recuerdos, creo recordar haber escuchado decir que Mark Twain alguna vez dijo que los días más importantes en la vida de una persona son aquel en el cual nace y aquel otro en que finalmente descubre el para qué. No me consta que Twain haya dicho esto. De hecho dudo de mi propio recuerdo al respecto. Pero de haberlo dicho me parece que el hombre está condenado a no alcanzar jamás el referido descubrimiento. Eso sí: acaso puede creer que lo ha alcanzado. Como quien cree recordar algo que tal vez no sea más que una impostura, una falsa conciencia, una idea que nos permite sentirnos un poco mejor con nosotros mismos, haciéndonos creer que somos dueños de nuestra propia identidad, de nuestro propósito o de nuestra historia, aunque no sea cierto.

lunes, julio 22, 2019

Palabras sobre nada

No quiero ser nada.
Me asusta la idea
de ser nada.
Aunque no puedo ser nada
mientras estoy diciendo esto.
Y sin embargo,
todo parece indicar que
inconmovible
la nada aguarda allá adelante.

¿Y antes de esto? ¿Qué éramos?
Ni el pasado ni el futuro
nos ofrecen respuesta.
Acaso no seamos más que
un mientras tanto rodeado por
una eternidad de nada antes
y una nada interminable después.
Y sin embargo.

Hay demasiadas preguntas,
y demasiadas pocas respuestas,
y demasiada nada en torno de todo.

Es curioso...
Pero cuando seamos nada,
nada tendrá la menor importancia.
Nada importará en absoluto.
Pero nos aferramos de tal modo
a este enorme misterio que somos
o que creemos ser
que no podemos concebir
ninguna cosa
desde ningún lugar
que no seamos nosotros mismos.


jueves, julio 18, 2019

Palabras sin destino

Siento pena, siento dolor, siento miedo,
pero por sobre todas las cosas
me invade el desconcierto.
No comprendo por qué
desde hace un año
no estás más,
cómo es que no logro
encontrarte en ninguna parte.
No faltan quienes pretenden,
con buena intención y palabras
repetidas una y mil veces,
explicarme lo que ocurre,
como si yo no lo supiera.
Pero no quiero comprender,
no lo acepto, no me conformo,
no me puedo resignar.
Hace un año ya...
Un año desde aquel último gesto
de tomar tu mano entre las mías
sin saber si llegabas a sentirlo;
un año desde aquellas últimas palabras
dichas por mí en medio del silencio
de aquella última noche
en que acaso intuí era una despedida
y que no sé si llegaste a escuchar.
Un año desde que aquella puerta
se cerró detrás de mi espada,
y sería, en efecto, la última vez.
La última vez de todo.
Te extraño tanto, papá.
Y lo digo en voz alta, y lo escribo,
y lo que más me duele es saber
que no tengo manera de
hacerte llegar estas palabras.