domingo, julio 28, 2013

Jueces vanos

¿Y quién tendrá la potestad de juzgarte el día que decidas rendirte, cuando nadie más que uno mismo conoce los secretos y las contradicciones del propio dolor?

domingo, julio 21, 2013

Poema, XXII

Hay tanta gente en el mundo 
multitudes innumerables 
inabarcables
inconcebibles
y sin embargo 
entre todas esas gentes 
fuiste vos.
Fue apenas un instante 
en el marco de tiempo del mundo. 
Un instante elusivo
imperceptible
en cierto sentido fugaz. 
Pero fue tan hermoso 
que nada pudo contenerlo 
mientras duró.

G.S. 2013

Crecer

-¡Tenés que crecer de una buena vez!, le gritó entonces. Ya no podés seguir pretendiendo ser una criatura.
-Pero ¿cómo se supone que se hace para crecer?, preguntó a la manera de respuesta, casi con desesperación.
-Crecer es más sencillo de lo que parece. Sólo hay que golpearse la cabeza contra la pared hasta que sangre.



Dr. Jeckyll y Mr. Hyde se miran, se estudian, se miden con recelo. Sólo es cuestión de tiempo: en cualquier momento sobrevendrá el ataque recíproco, la lucha encarnizada y sangrienta. Los puñales ya se disponen a cortar, perforar, mutilar, desgarrar las carnes de uno tanto como del otro. La sangre derramada será la constancia de la incompatibilidad entre ambos. Sin embargo, en definitiva no importa quién gane y quién pierda en la contienda. Lo que no saben, ni Jeckyll ni Hayde, es que la muerte de cualquiera de ellos arrastrará también al supuesto contrario, porque ambos son el mismo y uno solo.

Nocturno

La noche
Que a veces puede ser una promesa
También puede convertirse en amenaza.
El insomnio
La pesadilla de una noche eterna
La oscuridad, el temblor incontrolable,
El grito que nadie va a escuchar,
Las sombras imprecisas que acechan
Y el temor a lo que traerá el amanecer.
La soledad
Ese es el verdadero nombre del
monstruo informe capaz
de aniquilar el sentido de todas las cosas.
Y el miedo a lo inabarcable
Y a encontrarse solo con uno mismo
Y descubrir que allí no hay nada.

sábado, julio 20, 2013

Microhistoria de amor

...y un buen día, simplemente, no volvió a saber más nada de él.