domingo, julio 20, 2008

Un pensamiento

Si en cierto instante
hubiese girado hacia la izquierda
en vez de a la derecha;
si en cierto momento
hubiese dicho sí en vez de no,
o no en vez de sí;
si en cierta conversación
hubiese tenido las frases que sólo ahora,
en la somnolencia, elaboro;
si todo eso hubiese sido así,
sería otro hoy...


Simplemente hoy no puedo dejar de pensar en estas palabras de Fernando Pessoa.

8 comentarios:

Germán A. Serain dijo...

...y resulta casi natural que así sea, que Pessoa haya escrito y que yo piense en lo que escribió, puesto que uno carga con el peso de intuir, puesto que saber es una palabra demasiado grande, que cierto instante, cierto momento, es también ahora, cada elusivo ahora, lo cual nos enfrenta a un dilema constante entre lo que es y lo que podría ser y lo que podría haber sido, mientras el tiempo se sigue escurriendo, inmutable e indiferente a estas cuestiones, y nos arrastra impiadoso con él, hacia esa frontera de la cual nada sabemos, excepto que de ella nadie regresa.

Anónimo dijo...

Si las decisiones hubieran sido otras seguramente sería otro el hoy, pero dado que decidimos en un determinado contexto y en un estado x de las cosas, seguramente la opción que elegimos en ese momento debe haber sido la mejor; que luego el estado de las cosas y las situaciones cambien no significa que nos hemos equivocado, sólo nos pone en evidencia lo dificil que resulta determinar lo que es (lo real) y lo que será (eso y no otra cosa en el futuro). Si cabe, saludo en este dia.

Germán A. Serain dijo...

¿Y el error, Javier? ¿El error no cuenta? Decidimos en función del contexto, eso es muy cierto. Pero, ¿qué sabemos realmente del contexto? ¿Y qué pasa con nuestros miedos? ¿Nos permite el miedo evaluar bien un contexto, por ejemplo? Uno a veces elige bien, a veces no... En el momento resulta imposible saberlo. Y a veces es imposible saberlo jamás. Mirando hacia el pasado, te digo incluso que muchas de aquellas cosas que nos han salido bien pueden haber sido fruto de un error, sin que nos hayamos jamás percatado de ello. Y la cuestión no pasa por mirar para atrás, tampoco. Sino por saber cómo es posible evaluar, en este momento presente, qué habremos de hacer, para que el mañana que finalmente derive de este hoy no nos lleve a arrepentirnos de lo que hicimos. O lo que es más grave: de lo que dejamos de hacer. Sólo un ser inmortal podría no arrepentirse, por cierto. El error y el arrepentimiento son condiciones intrínsecas de lo humano. Quizás también la posibilidad de un aprendizaje; he aquí una luz de esperanza, finalmente.

Anónimo dijo...

La decision segun los que defienden lo emocional, deberia ser tomada por eso que te hace cosquillas en la panza sin mediar razon, pero esto ,creo es muy arriesgado aunque no por eso menos valido.Tenemos la hermosa posibilidad de usar la razon y con esta todas las herramientas que lleva intrinseca;digo poder juntar estas dos posturas nos aproximaria tal vez un poco mas a lo que se denomina tomar la decision acertada.

Anónimo dijo...

"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo"


Es tan inevitable
___________________
El destino es la fuerza sobrenatural que guía las vidas de los hombres de forma necesaria y, a menudo, fatal por cierto. Pero que podemos hacer al respecto?


Mirar para adelante Ger...just that ;)

Anónimo dijo...

Tomamos decisiones todo el tiempo, cuando decidimos algo siempre hay una posibilidad que se pierde...no sabemos cuál es el camino correcto, pero al menos podemos saber que si no nos perturba y nos sentimos cómodos hemos tomado la decisión acertada. Equivocarse no es tomar la decisición incorrecta, sino formar parte del juego de la vida...cuando se gana, algo se pierde, el tema es que eso que perdemos no nos angustie el resto de nuestras vidas...creo...o por lo menos así lo veo yo!

Andrés dijo...

Excelentes las palabras de Pessoa. Creo que es bueno o puede llegar a ser positivo repensar aquellos momentos que cambiaron o podrían haber cambiado nuestro presente. No mirar esas decisiones como reproches, sino como aprendizaje para el futuro. No podemos hacer nada con esos momentos que ya pasaron, pero no existe mayor aprendizaje que la experiencia y si solemos olvidar aquellas decisiones equivocadas (o no) podemos caer muchas veces en los mismos errores. Me es inevitable relacionar esto con tu posteo anterior Germán, creo que el olvido y la memoria juegan un rol importantísimo en nuestro crecimiento como personas.

Germán A. Serain dijo...

Andrés: Es verdad, probablemente las dos entradas tengan mucho que ver entre sí, y tal vez no sea casual, dado que ambas surgen de un mismo dolor, por llamarlo de alguna manera. Y el dolor, ya se sabe, no siempre es buen consejero, pero cuando enseña algo suele dejar marcas indelebles. De ahí a que comprendamos el verdadero sentido de ellas es, por supuesto, otro tema.

Vani: Muy cierto lo que decís; ese es, precisamente el tema. Y el problema. Y cómo hacer, por ejemplo, cuando no te sentís cómodo con ninguna alternativa. Claro, ahí ya nos metemos con una discusión de tono sartreano que te la voglio dire... Pero en todo caso lo que duele, al menos en mi caso, es un horizonte de tanta amplitud y con tantas promesas, y la certeza de que la realidad es tan acotada a esto que tristemente somos, con las muchas fragilidades del caso.

Meli: Tu presencia por aquí siempre es bienvenida, ¿lo sabías?

Javier, seguramente tenés razón, pero hoy estoy metafísico y por ende poco propenso a considerar razones... Es algo que me pasa, cada tanto...