sábado, agosto 09, 2014

Lluvia y despedida

Ahí estás otra vez,
misteriosa y temida.
Te trae esta lluvia oscura
que todo lo ensombrece.
Nos queda cada vez menos tiempo.
Puedo adivinarlo en tu mirada silenciosa.
Las ilusiones cada vez parecen más
apenas agua entre los dedos.
Podríamos haber sido tan felices.
Pero de algún modo nos hemos ingeniado
para acabar estropeándolo todo.

Ah, y ahí estás vos...
¿Escuchás cómo llueve?
Si supieses cuánto te extraño.
Si supieses...
Te mentiría si te dijera
que aún le temo a la lluvia.
No es miedo... Sino una inquietud indecible.
La angustia de saber que en este instante
-en este preciso instante-
yo debería estar abrazándote
mientras el cielo se cae a pedazos.

El cielo parece estar llorando.
Se diría que es tiempo de despedidas.
En un mundo razonable y coherente
yo debería estar ahora mismo con vos,
abrazándote en silencio mientras
este negro mar cae implacable
sobre este mundo anegado
de tanta ausencia.
Pero no: vos no estás.
Y ya no encuentro refugio
ni siquiera en la esperanza,
y nada parece tener sentido.

No hay comentarios.: