miércoles, junio 05, 2013

Andar sin rumbo

Hoy alguien me dijo:
No es lo mismo estar perdido
que andar sin rumbo.
Porque cuando uno va sin rumbo
suele descubrir cosas nuevas;
pero cuando una persona se pierde
es común que ande en círculos,
porque eso nos asusta menos
que avanzar sin titubeos
al encuentro de aquello que
no conocemos todavía.

Pero entonces, nosotros mismos,
¿diremos que nos conocemos?
En verdad no existe en el mundo
nada parecido a "nosotros mismos".
Cada uno de nosotros siempre es
en relación con alguien más:
se es hijo, padre, esposo,
amante, amigo, compañero,
hombre libre, esclavo,
se es maestro o aprendiz,
alto o bajo, bueno o malo,
siempre en función de un otro
que de alguna manera nos espeja.

Pero volviendo al inicio del asunto,
en cuanto reflexionamos un poco vemos
que no resulta posible andar en círculos.
En todo caso, marchamos en espiral.
Y es que uno cambia todo el tiempo:
hoy no somos los mismos de ayer,
y ni siquiera los de hace un rato.
Entonces, la buena noticia es
que no hay manera ninguna
de que una misma persona
pase dos veces por un mismo sitio.
Incluso sin conocer el rumbo
avanzamos, siempre.


No hay comentarios.: