Despertar al borde del grito,
tras haber soñado que perdías lo más valioso.
En ese sueño entregabas tu propia vida,
en un intento final y vano por
recuperar lo irrecuperable.
Escapar de la pesadilla, entonces,
con el grito emergiendo de la boca reseca,
con la respiración agitada,
el corazón desbocado,
los ojos llenos de lágrimas,
sólo para comprender que
en verdad estabas dormido...
Pero que ahora, ya despierto,
lo valioso de todos modos se ha perdido.
Y uno sigue aquí, persistiendo,
confundido, vacío,
anhelante, roto.
martes, diciembre 02, 2014
Sueño 141202
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