viernes, diciembre 08, 2006

Invocación imaginaria















Yo no sé qué sucedió.
Pero esta mañana
(me parece recordarlo, al menos)
había un arriba y un abajo.
Y ahora, de repente me doy cuenta,
que de algún modo misterioso alguien
ha logrado hacer desaparecer el suelo
y todo lo que queda son nubes.

Entre las nubes escucho una voz.
Es una voz de mujer que me dice:
“¡Cruzaremos todo el mar!”
Y enseguida me saluda: “¡Hola!...”
Yo miro a mi alrededor y no hay nadie.
Pero mi torpeza es evidente:
hay cosas que no pueden verse
si no es con los ojos del alma.

Hoy la jornada es extraña.
Es día de magia y de duendes.
De bellas hadas y desnudas ninfas.
Solamente así se explica
que alguien le haya robado
a todas las calles sus nombres,
y que se haya torcido
el destino de algunos hombres.

8 comentarios:

Germán A. Serain dijo...

El poema se queda así. Porque acaso estuvo la tentación de agregar que el destino de los hombres finalmente nunca cambia, y jamás podría cambiar, puesto que siempre seremos mortales, fatal punto de confluencia de todos los destinos, los de todos los hombres y mujeres del mundo, honestos y viles, pobres y poderosos, héroes y cobardes.

Pero el poema se queda así, decía, porque hay modos y modos de vivir. Y de morir. Y eso es lo que el poema finalmente dice. Quien haya vivido plenamente un minuto de su vida, ese minuto habrá sido acaso suficiente para cambiar el sentido de gran parte de todo lo demás, lo ya vivido o lo que quede por vivir.

Santiago Javier dijo...

Hola:

Suelo ser una persona que se preocupa demasiado por el futuro, y lamenta el pasado. Pero cuando logro disfrutar el presente siento una enorma felicidad efimera pero placentera. ¿Por què me dejo vencer por los fantasma del pasado y el futuro?

Germán A. Serain dijo...

Santiago, hay quienes dicen que si el pasado no puede modificarse, y el futuro todavía no está aquí para afectarnos, sólo el tiempo presente debería preocuparnos. Entonces alguien (podría ser yo, podrías ser vos, o acaso alguien más) se pregunta: ¿qué cosa es el presente? ¿cuánto dura? Y si te ponés a pensar en esto, resulta que el presente podría durar... ¿cuánto? ¿un segundo? ¿medio? ¿una millonésima parte de segundo? He aquí un interesante misterio. No existe el pasado ni el futuro, pero el presente es tan breve que tampoco posee sustancia. Y sin embargo el tiempo es lo más real del mundo. Es ese maestro maravilloso, que nos enseña siempre, hasta el último día. Y que tiene la pésima costumbre de terminar matando a sus alumnos.

Germán A. Serain dijo...

Por supuesto, la originalidad es algo que en realidad no puede pretenderse. Ya lo dijo Milan Kundera: hombres hay muchos, ideas pocas; por lo cual las robamos, o las pedimos prestadas en el mejor de los casos. Me refiero a que acabo de darme cuenta de que finalmente aquello que he intentado decir con las líneas de mi tosco poema, ya lo expresó -sin duda mejor de lo que yo jamás podré hacerlo- Johann Wolfgang von Gohete, al hacerle decir a su Fausto aquella frase: “¡Detente, divino instante! Eres tan hermoso..." La belleza de ese único instante, según el texto de Goethe, condena a Fausto. ¿O lo redime, acaso?..

O como le decía hace unos días a una tan querida amiga: Es la poesía de la película "Las alas de deseo" de Win Wenders, representada en la figura del ángel que lo tiene todo, puesto que es inmortal, y renuncia sin embargo a esa inmortalidad para poder gozar del instante fugaz de una vida que se apaga tan pronto, pero que le permite tocar y ser tocado por la mortal mujer de la cual se ha enamorado. "¡Detente, divino instante!..."

Si de algo estoy seguro es de que sólo la poesía de esos instantes divinos, irrepetibles, podrán redimirnos y justificarán nuestro paso por este mundo.

Santiago Javier dijo...

Milan Kundera también dijo: algo así como que la vida es un borrador sin posibilidades de pasarse en limpio; como si puede hacerlo alguien que pinto un cuadro. Entonces los instantes son oro, y habría que cuidarlos más, son irrepetibles.

Anónimo dijo...

Caro, te diste cuenta de que la luna que ilustra esta anotación es una de las imágenes que vos me pasaste días atrás, ¿verdad?

c. dijo...

por supus!

Anónimo dijo...

(Eso era lo que yo quería: un comentario tuyo en esta anotación.)