La verborragia es un síntoma característico de nuestros tiempos. Que coincide, curiosamente, con el auge de un nuevo género literario: el microrelato. Hablamos de cuentos sumamente cortos, que por su extensión pueden ser leídos durante un viaje en colectivo y en ocasiones también en un viaje en ascensor. El desafío es poner en la menor cantidad de palabras posibles una situación, de tal modo que ni una sola de esas palabras pueda ser eliminada sin poner en riesgo la coherencia total del relato.
¿A qué se debe este auge del microrelato? ¿Será una reacción a la vacía verborragia? ¿O será que cada vez hay menos tiempo para escucharnos, lo cual exige entrenarnos en un todo-lo-que-se-diga-debe-ser-breve-muy-breve, pues-no-hay-tiempo-para-detenernos-a-prestar-atención?
Una amiga propuso días atrás en su blog escribir pequeños cuentos, extremadamente breves, de no más de diez palabras. Le advertí que no me atendría a semejante límite, pero de todos modos escribí allí algunas cosas, como por ejemplo:
"De repente la vio, entre la multitud, y un rapto de lucidez supo que ella era el amor de su vida, la única, la predestinada. Quiso acercarse, dispuesto a decírselo, cuando el tren llegó a la estación y ella bajó. El empujó, pateó, imploró, pero en medio del gentío no pudo alcanzarla. Jamás volvió a verla."
O este:
"Hay un aciago día en el cual se empieza a dejar de creer. Alguien le dijo entonces que con fe todo se soluciona. Pero aunque quiso, él no pudo creerle."
O este otro:
"Desperté sabiendo de algún modo que escribiría la gran novela de mi vida. Heme aquí, poniendo el punto final a estas líneas."
Parafraseando otras lecturas, también arriesgué:
"Wan-Chu soñó que era una mariposa. Al despertar, no supo si era Wan-Chu, que había soñado ser una mariposa, o una mariposa que ahora soñaba ser Wan-Chu."
Pero todavía me faltaba cumplir a rajatabla la regla de las diez palabras, cuando me topé con este texto de un tal L. Houston:
After a short rain
We stepped into the garden
Growing together.
Son 11 palabras, pero en esta traducción posible da justo 10:
Tras una breve lluvia
salimos al jardín
a crecer juntos.
También me acordé de este texto de André Guide, citado por Sábato:
Cette amplification, que l'on confond si souvent avec le bien écrire, je la supporte de moins en moins... Quelle nécessité de faire un article ou un livre? "Cette amplification, que l'on confond si souvent avec le bien écrire, je la supporte de moins en moins... Quelle nécessité de faire un article ou un livre? Où trois lignes suffisent je n'en mettrai pas une de plus.
Que traducido dice más o menos así: "Esta tendencia a amplificar, que se suele confundir a menudo con el buen escribir, cada vez la tolero menos... ¿Qué necesidad hay de escribir un artículo o un libro?... Donde tres líneas alcancen, no pondré una palabra de más."
Curiosa cita para quien, tal es mi caso, suele ser verborrágico. Siempre necesito muchas palabras para decir varias veces lo mismo, de diferentes maneras. Sólo para sentir, al fin y al cabo, que no he logrado decir nada. O casi nada.
8 comentarios:
He aquí otro hallazgo:
Captatio malevolentiae.
"No sé si vale la pena decir lo que quisiera decir, porque estoy seguro de que no van a entenderme."
Umberto Eco
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(Es verdad -confieso- que Eco no escribió exactamente eso... pero con varias palabras menos es tan parecido que no ponerlo como cita sería plagio.)
No es un relato. Pero son también pocas palabras, para un mensaje de saludos por el fin de año que alguien mandó por mail y dice:
"La vida es corta: Rompe las reglas. Perdona rápido. Besa lentamente. Ama de verdad. Y nunca te arrepientas de nada que te haya hecho sonreír."
Otra posibilidd?
"Con tantos cuentos cortos me he convertido en uno"
"La vida es corta: Rompe las reglas. Perdona rápido. Besa lentamente. Ama de verdad. Y nunca te arrepientas de nada que te haya hecho sonreír."
me encantó...
Fran, por favor, mira donde pones los dedos, ¿sí? Aquí te dejo la "a" que te faltab.
Pro... claro, es precioso. Especialmente eso de "perdona rápido". Aunque también todo lo demás. Pero... ¿no tienes un nombre? No es un reclamo, por favor, pero me gusta saber quién pasa por aquí.
"No importa la verdad, sino la belleza", dijo alguien. Pero claro, no era más que otra bella mentira.
"Entender lleva tiempo. Y no lo tenemos."
(Sentencia curiosa, la anterior. Porque breve y todo como es, apenas siete palabras, ofrece varias lecturas posibles. Entender -o ver- lleva tiempo. En cuanto a eso no hay dudas. Pero en cuanto al tiempo... ¿No lo tenemos porque estamos apurados y siempre priorizamos otras cosas? ¿Es nuestro apuro el que no nos permite entender -ver-, sin que nos demos cuenta (porque, claro, estamos demasiado apurados como para notarlo)? ¿O es la limitación temporal de nuestras propias vidas lo que nos convierte en seres irremediablemente ciegos e ignorantes?)
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