domingo, febrero 17, 2008

Del entretenimiento y la industria cultural

En el blog de una antigua alumna encuentro hoy la cita a un colega docente de la Universidad. Es así como hoy he terminado por escribir poco, y citar mucho. Pero no importa eso. En mi rol de docente muchas veces he dicho que en la buena elección de una cita queda demostrado, muchas veces, lo que el alumno en definitiva sabe de un determinado tema. Valga entonces la cita, para anclar de algún modo los conceptos que siguen:

La industria cultural reemplaza al arte con el entretenimiento y el entretenimiento aparece como una de las formas indiferenciadas de la actividad humana. El entretenimiento se ha vuelto la continuidad del proceso de acumulación capitalista en las horas aparentemente no productivas. La cultura industrializada constituye la claudicación del espacio de autonomía que caracteriza a la cultura. Por su parte, la industria cultural se protege declarándose irresponsable: como entretenimiento rehuye su importancia en la constitución de la vida pública y privada; como producción comercial, se desliga de los aspectos culturales declarándose como pura mercancía. Solapadamente, la industria cultural simula estar al margen de la vida. (...)

La industria cultural incluye la totalidad de la vida en su percepción del mundo como espectáculo. El espectáculo se ofrece como mundo. Es la desaparición del mundo como tal. Es la desaparición del mundo como creación y reconocimiento de los seres humanos. La industria del entretenimiento es la negación de la fiesta, lugar del gasto improductivo. Pero precisamente en la fiesta, y no en el descuido del entretenimiento, se despliega el espíritu humano. (Schmucler, 2001)
Es difícil añadir algo más a lo dicho, ¿verdad?

7 comentarios:

Germán A. Serain dijo...

No. No es en absoluto difícil. Y menos si quien lo dice se llama Cornelius Castoriadis:

Le dice el periodista: El «incremento de la insignificancia» está caracterizado, según usted, por un pseudo consenso generalizado, por la apropiación comercial de toda subversión, por la sustitución de los valores a cambio del dinero rey. Nos gustaría que aclarara las consecuencias de esta tendencia.
Y Castoriadis responde: Los individuos no tienen ninguna señal para orientarse en sus vidas. Sus actividades carecen de significado, excepto la de ganar dinero, cuando pueden. Todo objetivo colectivo ha desaparecido, cada uno ha quedado reducido a su existencia privada llenándola con ocio prefabricado. Los medios de comunicación suministran un ejemplo fantástico de este incremento de la insignificancia. Cualquier noticia dada por la televisión ocupa 24 o 48 horas y enseguida debe ser reemplazada por otra para «sostener el interés del público». La propagación y la multiplicación de las imágenes aniquilan el poder de la imagen y eclipsan el significado del suceso mismo.


La entrevista, que también puede ser leída en el sitio de revista Topia, casi no tiene desperdicio, y termina señalando en relación a la ética ("...o más bien, la charlatanería sobre la ética"):

"El nudo gordiano de la política de hoy es la ruptura con la economía, que debe dejar de ser el valor dominante e incluso exclusivo. (...) Esto no depende de las proposiciones de un autor individual. Es la gran mayoría de los seres humanos la que debe convencerse que su vida tiene que cambiar radicalmente de orientación y sacar las consecuencias. Mientras que los seres humanos continúen poniendo por encima de todo la adquisición de un nuevo televisor en color para el año próximo, no habrá nada que hacer."

Anónimo dijo...

Antes de agregar comienzo por reconocer cuan tremendamente cierta es la cita inicial como así también lo que asevera Castoriadis.

¿Cómo lograr que el hombre vuelva sobre sí mismo, reflexione y se dé cuenta cuánto se está alejando de sí mismo con este "entretenimiento"?

Puedo agregar el efecto que el entretenimiento tiene sobre las culturas locales. En un tiempo la TV todavía no llegaba a algunos pueblitos del Norte Argentino. Estos pueblos eran possedores de una cultura muy propia. Con la llegada de la TV y el cable... ¿mejoró el nivel cultural? ¿mira la gente los canales culturales?... No es mucho más fácil las telenovelas. Y es más fácil aprender hacia abajo que hacia arriba. Se copia lo peor y se toma por normal las peores fantasías del mundo civilizado. ¡Nuestro mundo se va perdiendo poco a poco! Nos vamos convirtiendo en una masa amorfa en que todos queremos parecernos al modelo que se nos muestra.

Por otra parte, los que no somos artistas ¿qué hacemos?

Estoy convencido que cuando apreciamos el arte en realidad es porque lo estamos recreando en nosotros mismos. Recrear, re-crear... El arte nos permite retornar a nosotros mismos, retornar de la aliencación, de la tentación constante del entretenimiento, ¡bienvenido pues el arte!
¿Cómo ser más eficiente que el entretenimiento en concientizar a los demás? No tengo respuesta.

Germán A. Serain dijo...

Re-crear. Alguna vez escribí, y cada tanto lo repito, que solamente el arte es capaz de redimirnos. Y lo digo considerando, precisamente, el arte como re-creación.

En este sentido, quizás no haya demasiada distancia entre lo artístico-estético y el pensamiento lógico como dimensión creativa. Que artista es en definitiva un creador, que no es gratuito que etimológicamente esta palabra se relacione con artífice, y uno puede serlo de cada día de su vida, sin necesidad de dedicarse al arte.

Sí hay distancia, en cambio con el entretenimiento. Una palabra que, si uno se pone a pensarlo un poco, es aberrante: es a lo que nos dedicamos entre tanto suceden otras cosas (no puedo dejar de pensar en Lennon y aquella canción que dice: "La vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo otras cosas"). Una palabra hermana de pasatiempo (como si el tiempo necesitase que lo ayudáramos para pasar...)

Este blog pretende ser entretenido, sin ser entretenimiento. ¿Lo estaré logrando?

Gracias por pasar, Daniel.

Germán A. Serain dijo...

...y en cuanto a lo dicho aquí arriba, también podría haber sido dicho de esta otra manera (es verdad: estoy revisando papeles viejos): "La actividad del artista no se relaciona tanto con la necesidad de las obras que crea, sino con la necesidad de la acción misma de crearlas".

Anónimo dijo...

Debo confesar que resultó atractivo y a la vez consolador los comentarios, ante tanta indiferencia diaria a estos temas. Yo todavia soy joven y me voy "encontrando" dia a dia, pero pruebo con escribir intentos de novelas, leer literatura, ver peliculas independientes, aunque obviamente, si la industria cultural asi lo desea, su reproduccion se hará hasta el hartazgo y por ende, carente de "fuerza".
Les dejo algo que encontré cuando se sabe buscar en internet. Si bien no tiene directamente que ver con la industria cultural, le pasa rozando, y entre tanto alboroto por la ida de Fidel, la independencia de Kosovo, etc. viene perfecto:

http://blogs.publico.es/dominiopublico/?p=267

Una interesante reflexion.
Saludos.
Lucas

c. dijo...

¡pero yo no se nada!

de lo contrario no tendría el ramillete de nervios que anudan mi espíritu a tres días del examen.

Germán A. Serain dijo...

..."Sólo sé que no sé nada", dijo el filósofo.

Y lo que acaso no sabía era que con esa humilde e ingeniosa frase iba a ser recordado por los siglos de los siglos amén.