El guerrero japonés fue apresado por sus enemigos y encerrado en un calabozo. Aquella noche no podía conciliar el sueño, pues estaba convencido de que a la mañana siguiente habrían de torturarlo cruelmente. Entonces recordó las palabras de su maestro zen:
- El mañana no es real. La única realidad es el presente.
De modo que volvió al presente... y se quedó dormido.
Bonita anécdota, que me regala una estudiante en su último parcial, y que me convence de que el momento que perdemos tontamente en el presente no logrará hacernos sentir mejor por la mañana.
domingo, diciembre 12, 2010
Razones para descansar
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