Entonces él le dice: "Si tengo que ser sincero, hay dos o tres cosas que jamás te creí." Pienso que si ella también fuese sincera, debería responder: "Es verdad, hay dos o tres cosas que nunca debiste creerme." Las dos frases son ciertas, y los dos lo saben. Pero lo que no saben (tampoco lo sabemos nosotros) es si las cosas que él no creyó y aquellas que según ella él no debió haberle creído son o no las mismas. Vale decir, en definitiva siguen sin saber prácticamente nada, el uno del otro.
viernes, marzo 15, 2013
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