lunes, octubre 07, 2013

La primera piedra

Yo también hubiese querido
un mejor padre para mi hija
un mejor hijo para mis padres
un mejor hombre para mi mujer
un mejor docente para mis alumnos
un mejor alumno para mis maestros
un mejor amigo para mis amigos
mas mucho me temo que la fortuna
se ha mostrado esquiva e injusta
con todos y cada uno de ustedes
y me ha puesto a mí en su camino.

Ojalá hubiese podido ser yo
esa mejor persona que sin dudas
todos ustedes merecían que fuera,
ese mejor compañero, mejor hermano,
ese alguien más hábil y equilibrado,
de mejor humor y sentido común,
más interesante, mejor amante,
mejor poeta, alguien más dispuesto
y que supiera, en resumidas cuentas,
ocupar con prestancia el lugar de ese
ideal que los demás siempre esperan.

Pero sepan todos que hice siempre
el mejor de mis esfuerzos.
Sinceramente más no he podido.
Ojalá puedan perdonarme.
Qué difícil es ser alguien tan imperfecto
en un mundo tan lleno de perfecciones
en el cual todos sopesan conformes
la proverbial primera piedra
y disfrutan tanto al lanzarla
con mano justa y gesto avieso contra
quienes no pudimos ser lo que debimos.

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