jueves, febrero 13, 2014

Schrödinger y los gatos

I. Puede que la paradoja de Schrödinger no guarde relación con la realidad del mundo, pero viene a demostrar que Erwin Schrödinger odiaba a los gatos... al mismo tiempo que seguramente los amaba.

II. El gato de Schrödinger piensa: "Mi dueño está completamente loco, ¿cómo se le ocurre que yo pueda estar muerto y vivo al mismo tiempo?" Esto lo piensa el gato vivo, por supuesto. El otro, que según Schrödinger es el mismo, de hecho ya no piensa nada.


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