viernes, marzo 06, 2015

Yisus, el puercoespín y los babilonios (Sueño 150306)

Quiero dejar anotado esto en alguna parte, porque el de anoche fue el sueño más extraño que tuve en mucho tiempo. Soñé con Yisus, y lo escribo así porque realmente no me parece que se tratara de Jesús, el Mesías, sino más bien de un sosías... Y además porque fue con ese nombre como lo identifiqué en el momento de despertarme. Yisus andaba con sus sandalias, y su túnica, y sus cabellos largos. Tenía poderes, pero no como los que describen los textos bíblicos, sino otros algo más particulares. Y también alguna debilidad más bien humana, como se verá enseguida.

Recuerdo que a lo lejos se venían acercando las tropas babilónicas, marchando amenazantes, dispuestas a arrasar a los cristianos. Traían consigo un enorme globo aerostático en forma de chancho, como el famoso cerdo volador de Pink Floyd, aunque el de ellos era mucho más grande. Yisus observa a la distancia el avance de esas tropas enemigas, con su enorme cerdo volador, y le dice a alguien que tiene al lado: "Come on, Peter, it`s time to go." (Sí, se lo dice en inglés...) Y como Peter al parecer no lo entiende, se lo traduce, de un modo algo impaciente: "¡¡Quiero decir que vengas conmigo!!..."

Aquí hay dos cosas curiosas, por decirlo de alguna manera: la primera es que Peter es una especie de enorme puercoespín, que va a montarse en las espaldas de Yisus; la segunda es que uno de los poderes de Yisus es volar al estilo de Superman. Así que ahí van los dos, surcando los aires, y ya sobrevuelan el enorme cerdo aerostático. La intención es clara: piensan utilizar las púas de Peter para pinchar el globo y arruinar así los planes de los babilónicos.

Y acá viene lo gracioso: cuando se acercan, Yisus escucha algo. Comenta: "Están apostando  los zapatos de Dios a cambio  de la victoria..." Entonces se acerca más, para escuchar mejor, y se corrige: "Ah, no... Lo que dicen es que si Dios les concede la victoria, sus divinos zapatos van a reinar para siempre sobre estas tierras..."

Y dudándolo un poco, pero no demasiado,Yisus comienza a alejarse, como haciéndose el distraído, al tiempo que los babilónicos siguen avanzando.

Ahí terminó mi sueño. De hecho me desperté porque comencé a reírme. Seguramente este sueño tendrá muchas connotaciones posibles, pero definitivamente hacía mucho que no soñaba algo tan raro. Y conste que esto es mucho decir, y que la noche anterior no había comido nada en mal estado.

No hay comentarios.: