martes, septiembre 20, 2016

De ateísmos y creyentes

Dicen que el peor creyente,
el más vil de todos, el más falso,
es aquel que en la soledad de su silencio
sabe bien que Dios en verdad no existe,
y muy a pesar de eso insiste inmutable
en sostener su innegable presencia.
Sin embargo, resulta mucho peor,
y más peligroso y más perverso,
el pretendido ateo que conoce
que Dios en efecto existe y,
empero, con voz en cuello
se empecina en negarlo.

1 comentario:

Germán A. Serain dijo...

Por mi parte, humildemente,
yo en definitiva creo que no creo.
Pero soy consciente de que ello
no deja de ser otra creencia.