jueves, julio 19, 2018

Despedida

Llueve.
No podría haber sido de otra manera.
Llueve y vos ya no estás para ver esta lluvia.
Para decirme 'andá con cuidado'.
Para apretar mi mano y sonreirme.
Y tu ausencia es tan absurda
que me resulta inaceptable.
Cómo es esta mierda de que ya no estás.
Adónde se supone que te has ido.
Y sin embargo, yo vi tu cuerpo,
tu cuerpo sin vida y sin aliento,
sin ánima, porque ahí vos ya no estabas.
Ahí ya no estabas, pero entonces adónde.
Te fuiste despidiendo de a poco,
día tras día, durante largos meses,
pero no pudiste decirnos adónde irías.
La última vez que estuve con vos
aún respirabas, pero ya no podías hablar.
Hablé yo. Te dije mil cosas.
No sabré jamas cuáles habrán sido
tus últimas palabras lúcidas.
Pero sé cuáles fueron las últimas
que te pude decir yo:
"Regreso mañana".
Eso te dije, acariciando tu cabeza blanca.
"Pero si tenés que irte antes -añadí-,
llevate con vos todo mi amor".
Eso te dije. Y cuando volví por la mañana
ya habías partido.
¡Ay, si comprendiéramos las cosas a tiempo!...
Estés adonde estés quiero que sepas
que mi amor está con vos.
Ojalá volvamos a encontrarnos.


No hay comentarios.: