domingo, junio 21, 2020

Sueño 200621

Hoy soñé con Marcos Mundstock. Lo encontré pensativo, acomodado en un sillón. Cuando me senté, cerca suyo, me miró a los ojos y después de un segundo de silencio me dijo: "Estoy intentando desde hoy recordar un chiste de uno de nuestros espectáculos. Era un chiste muy bueno, de verdad, pero por más que intento no logro recordar. Lo único que recuerdo es que en una parte yo ponía una cara muy graciosa, así..." Y de inmediato puso una cara que, efectivamente, resultaba muy graciosa. Pero adiviné que en el fondo estaba triste.

-Creo que recuerdo ese número. Había una parte en que hacían un chiste con el nombre de Raúl...

Mi padre, que andaba por ahí cerca, miró sobre su hombro. Creo que por alguna razón aquel chiste, que también él conocía, no le había causado demasiada gracia.

-No es algo como para preocuparse. Me sucede todo el tiempo -le dije entonces a Marcos-. Nuestras memorias son así, limitadas, caprichosas. Un día recordamos algo, al día siguiente lo olvidamos.

Curiosamente no recuerdo mucho más de este momento. Sé que había algo importante, una reflexión acerca del paso del tiempo, de los recuerdos, de las memorias. Sí recuerdo que Marcos me regaló una entrada para ir a ver un espectáculo de Les Luthiers.

Cuando llegué al teatro y abrieron las puertas, la gente se apresuró para entrar y acomodarse en sus butacas. En ese momento supe que tenía la entrada en el bolsillo de mi saco. Pero recordé también que estaba en un sueño, y supe que no podría saber cuál era el asiento que me tocaba. Y desperté.

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