domingo, julio 12, 2020

Sueño 200712

Tal vez deba empezar a contar este sueño desde el final. Conmigo apoyado en el marco de la puerta del lavadero, en la casa de Drago, sin poder articular ninguna otra frase más que "No soy un mal tipo". Queriendo decir otras cosas, sin poder hacerlo. "No soy un mal tipo", una vez y otra. Es lo único que sale de mi boca, para mi propio asombro, pero también para el de quienes me observan, un par de metros más allá, cada uno de ellos representado en una doble identidad: mi papá/un antiguo amigo, mi mamá/la madre de mi hija, mi hija/mi hermana cuando era chiquita.

Previo a esta escena, el enojo. Siento que otra vez estuve apretando los dientes. Una bandeja con comida, para que cada quien se lleve una porción al colegio, o al trabajo. "Ya sabés que eso no me gusta", me escucho decir. No sé por qué el enfado. No logro controlarlo, simplemente allí está. En realidad quisiera probar un poco de lo que se ofrece en la fuente. Intuyo que ha sido hecho con amor. Pero ya he dicho que no. Y lo he dicho de un modo por demás desagradable. Entiendo que el enojo es en realidad contra mí mismo. Esto es así: me ofrecen algo que quiero, pero que me veo obligado a rechazar. ¿Por qué razón? Eso no alcanzo a comprenderlo, y me hace sentir aun peor. Mi enojo me hace ser desagradable, y serlo me enoja más y así. Es una infinita espiral descendente. Agarrame, por favor, no me dejes caer; pero no me toques.

Alguien me pregunta cuándo le voy a enviar un trabajo atrasado. Esto sucede antes, y la respuesta es que no lo sé. Realmente no lo sé. Necesito tiempo. Quiero contestar con una evasiva; pero ahí está mi hija pequeña, o acaso sea mi hermana, en algunas fotos se parecen tanto cuando tenían la misma edad, atenta en cualquier caso a mi presencia, lista para el juicio, como todos, absolutamente todos, y yo quiero estar solo. Otra vez soy desagradable; lo hago adrede, para quitármela de encima. Pero ser desagradable me enoja. Quiero estar solo, déjenme en paz. Tal vez para poder decir luego que a nadie le importo. No me abandonen. Por qué nadie lo entiende. Claro, me doy cuenta del absurdo. Pero no logro evitarlo. Es un sueño y no logro manejar lo que sucede. Es la puta vida. Odio ser un cretino. Y lo soy en mi sueño. Pero también lo he sido mucha veces en la vida. Perdoname. No tengo idea de cuándo fue que me quedé dormido.


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