jueves, diciembre 23, 2021

Sueño 211223 - Esas motos que van a mil


"¿Te contó mamá de su aventura?"
, le pregunté.

La aventura había sido su primer viaje en moto, a sus ochenta años, desde su casa en Caballito y hasta donde vive una de sus amigas, en Castelar. Yo le había dicho, más o menos en tono de broma: 

"Qué lástima. Yo estoy ahora cerca de tu departamento, pero vine con la moto; si no, te acompañaba. Salvo que vos te animes a subirte y te alcanzo. Justo tengo conmigo los dos cascos."

Y se animó, nomás. Y después se lo íbamos a contar a todo el mundo, ella en el asiento de atrás, completamente olvidada por un rato de sus achaques y problemas cotidianos, sintiendo pasar la vida a cien kilómetros por hora abrazada a su hijo.

El recuerdo de esa experiencia me trajo algo más. La idea de haber estado allí, en aquel momento, pensando:

"Seguramente papá nos debe estar mirando desde arriba, y se debe estar riendo."

No estoy seguro de si en verdad se lo hubiese tomado o no a risa. Al principio creo que a él le daba miedo que yo anduviese en moto. Aunque también en alguna ocasión se había acercado a verla, creo que con un dejo de orgullo. "Tené mucho cuidado", me decía siempre.

Pasaban otras cosas; pasaban muchas otras cosas en mi sueño, que ahora no vienen y probablemente ya no vayan a venir a la conciencia. Pero recuerdo perfectamente el repentino sopapo brutal de la duda. ¿Desde arriba? ¿Qué quería decir eso? ¿Acaso soñé que vos te habías muerto, viejo? Si ahora mismo estás acá, hablando conmigo...

También recuerdo perfectamente que en mi sueño yo iba manejando la moto, cuando de pronto me daba cuenta de que no llevaba el casco puesto. Lo había tenido en mis manos, pero ahora ya no estaba. Recuerdo la repentina sensación de fragilidad que me dio estar volando a más de cien kilómetros por hora con la cabeza descubierta, sin saber si estaba despierto o dormido. Sin saber si había soñado que mi papá se había muerto, o si en realidad estaba soñando que todavía estaba vivo.

No hay comentarios.: