domingo, abril 08, 2007

Domingo de Pascua


...el Doctor Frankenstein miró entonces por primera vez a los ojos del monstruo y no logró contener las palabras azoradas en su boca, esas que con tanto celo habían sido contenidas hasta entonces:

- Eres... una aberración, un engendro, un espanto...

Y la criatura, en el que acaso fue su momento de mayor lucidez desde que tenía nueva vida y memoria, miró a su vez a los ojos de su creador y le dijo, masticando cada una de las vocales que iba encontrando a su paso:

- Herr Doktor... Mal hace usted en juzgarme así, con tanta levedad. ¿Acaso olvida que ha sido usted, y nadie más, quien hizo de mí lo que ahora tiene delante suyo?

1 comentario:

Germán A. Serain dijo...

Primera explicación posible: El recuerdo de una plegaria. (siga el vínculo)

Segunda explicación posible: Alguien que me preguntó el otro día algo así como: "Y a vos... ¿qué corno te pasa?"