jueves, mayo 31, 2007

Hay alumnos que...

Este es en realidad mi segundo blog. El primero, que todavía sigue activo, nació como una vía de intercambio de ideas con mis alumnos de la Universidad de Buenos Aires. Pero cada tanto aparecen allí cosas que por su naturaleza podrían haber aparecido aquí, o viceversa, y entonces se generan algunos cruces como éste: sin nada que lo justifique (y aquí resida tal vez el mayor mérito del asunto), una alumna anota, entre las entradas destinadas a debatir sobre otras cuestiones, un texto atribuido -digamos que al parecer falsamente- a Pablo Neruda que copio aquí debajo.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos.

Muere lentamente
quien no arriesga vestir un color nuevo
y no se cambia nunca el peinado.

Muere lentamente
quien no golpea la mesa cuando está enojado.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
y no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su suerte
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o
no respondiendo cuando le preguntan sobre algo que sabe.

Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos locos.

Muere lentamente
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Si puede evite esta muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso poema lleno de vida, como todos los de Neruda. Leerlos es conectarse con la fuerza de la vida.

Santiago

Anónimo dijo...

A veces vivo y a veces muero poco a poco...
la vida para que sea vida tiene justamente un poco de los dos...