miércoles, marzo 05, 2008

Del arte a la perversión

En ocasiones puede no ser sencillo establecer una relación histórica coherente en lo que hace a la evolución del arte. Y otras veces esta experiencia puede llegar a resultar dolorosa. Acaso la palabra dolor siga hoy llamando la atención de algunos, puesta al lado del término arte, muy a pesar de que no es ningún concepto nuevo, ya sea que hablemos de las Lamentaciones de la música pre-barroca o, más acá en el tiempo, de la poesía de Rimbaud, del teatro de Antonin Artaud o del Guernica de Picasso. En realidad, la concepción misma del arte quizás esté relacionada con una conmoción de los sentidos, al margen de que se promueva por lo placentero o por su contrario.

Pero el punto está, precisamente, en lo difícil que es establecer el rumbo y la naturaleza del arte. En algún momento, los cánones artísticos comenzaron a ser manejados por una aristocracia que anticipó, de algún modo, lo que más tarde se convertirá en la industria cultural: la obra de arte comenzó a convertirse en un objeto estético de consumo, perdiendo con ello sus características esenciales. La reacción de los verdaderos artistas, de quienes en verdad necesitaban decir algo con sus obras, fue plasmada entonces en esa famosa expresión francesa que incita a épater le bourgeois, vale decir, a escandalizar con un arte reaccionario a quienes pretendían adueñarse del arte sin comprender su naturaleza.

El problema fue que por la misma puerta por la cual ingresaron a los tiempos modernos las vanguardias, y que ellas sean bienvenidas, irrumpió solapadamente otro concepto: el de la provocación como un supuesto modo de arte. Pero ya no hablamos de un arte rupturista, como podría ser el de Marcel Duchamp, sino de la idea de que una provocación, por el sólo hecho de serla, pueda ser considerada arte, sin importar su forma ni mucho menos su contenido.

¿Es una vaca descuartizada conservada en formol una obra de arte, como sugiere Damien Hirst (y no sólo él, sino también quienes le dieron por esa obra el polémico Premio Turner en 1995)? ¿Qué hay, por ejemplo, de las palomas de León Ferrari que dejan caer sus naturales deposiciones sobre imágenes religiosas estratégicamente ubicadas en la base de sus jaulas? ¿La emblemática pieza para piano de John Cage 4'33", consistente en un silencio para el instrumento que dura justo lo indicado en su título? ¿Las latas de sopas Campbell de Andy Warhol? ¿Y qué hay de la famosa Gioconda de Leonardo? ¿Cuál es la razón que nos lleva a considerar este último ejemplo como arte, casi sin dudarlo, al menos hasta el momento en que nos preguntan en qué se sostiene nuestra certeza?

En una galería de Nicaragua, un supuesto artista costarricense llamado Guillermo Vargas realizó recientemente una instalación titulada Exposición N° 1. Sobre una de las paredes de un cuarto vacío, Vargas escribió una frase: "Somos lo que leemos", decía en grandes letras, formadas con comida para mascotas. Luego hizo capturar un perro enfermo, que deambulaba por las calles, lo ató con una soga para que no pudiese salir de aquel cuarto, y simplemente lo dejó allí, sin alimento ni agua, hasta que muriese.

Cómo puede concebirse que una perversión semejante sea considerada arte, es algo que no se comprende. Pero no deja de tener razón Vargas cuando, señalado por quienes quisieron demostrar lo aberrante de su propuesta dijo: "Lo importante para mí era mostrar la hipocresía de la gente: un animal así se convierte en foco de atención cuando lo pongo en un lugar blanco donde la gente va a ver arte, pero no cuando está en la calle muerto de hambre." Y luego agregó: “Nadie llegó a liberar al perro, ni le dio comida o llamó a la policía. Nadie hizo nada.”

¿Cuáles son los límites del arte? Lo más grave del caso es que la delgada línea que separa al arte de la aberración en algunos casos, y en otros de su propia caricatura, parece estar cada día más borrosa. Acaso sea tiempo de que comencemos a mirar nuevamente hacia dentro de nosotros mismos, en busca de una respuesta más precisa.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

German, muy bueno por cierto. Creo, a mi humilde forma de ver, que tenes una increible capacidad para no dejar lugares vacios para contrarestarte, en cuanto a argumentacion se refiere. Cuando hablas del tema "arte", lo haces mirando todas las caras posibles del tema. Cada parrafo al finalizar hace que uno diga: "bueno pero y esto como..." y ahi entra un nuevo parrafo y sorprende.
Por mi parte, supongo que el arte va mutando como las demas cosas y tal vez por ello sea necesario ir al contexto. Con esto quiero decir que el ejemplo del perro (magnifico por cierto) es hoy un golpe fuerte y eso para mi es arte. Pero aca se deja que ver que mi consideracion sobre el arte sigue siendo, digamos, "revolucionaria". Y ahi está el juego, en las miradas, en la recepción de una obra, porque justamente ese efecto del arte se pone en contradicción en una sala de museo. Nadie hizo nada con el perro.
Despues hay otro tipo de arte más contemplador, que nos produce una lectura sobre quien la produjo y a la vez sobre nosotros mismos.
La verdad German elegiste un tema muy interesante, y a la vez muy dificil de pensar. Por ahora, esto es lo que me salió.
Saludos.

Anónimo dijo...

Coincido con Lucas en que el tema es difícil e interesante.

Me pregunto, dentro de mi escaso conocimiento, cuál es la relación entre arte y estética. Quizás este sea uno de los aspectos claves a considerar.

Anónimo dijo...

Daniel, en eso solo coincidis???jaja.

A mi me parece que lo estetico va por otro lado, que es más superfluo que el arte, que depende de los gustos (que no dejan de ser, para mi, construcciones sociales); que cualquiera puede juzgar lo estetico de una obra, pero no asi cualquier puede ser decir que es arte y que no. No?

Anónimo dijo...

Lucas, en realidad coincido con vos en mucho más. Remarqué lo más difícil, justamente definir qué es arte y qué no. No digo que la estética es arte, sino que hay que explorar la relación entre uno y otro.

Dejando de lado los intentos racionales, SIENTO que algo es arte cuando permite ser re-creado por el que lo percibe. Por supuesto que esto tiene que ver con la capacidad de re-creación de cada uno, lo que es muy subjetivo... lo que me lleva a pensar que la definición debe llevar, además de algo relacionado a la estética, algo que tiene que ver con lo intrínsecamente subjetivo. Cuando percibimos el arte se pone en juego nuestro mundo interior y se despierta la fantasía. Fantasía - otra palabra que debería asociarse también al concepto del arte.

Germán A. Serain dijo...

Ante todo, te agradezco, Lucas, por tu elogioso concepto.

En cuanto al arte y la estética, Daniel, vaya este somero comentario, como para marcar alguna diferencia: La estética es la disciplina que se encarga de estudiar la relación que se establece entre el hombre y su apreciación de la belleza. Por extensión, también teoriza sobre la cuestión artística. Como la belleza tiene diferentes grados, entran al campo estético tanto la obra de arte como el diseño de un nuevo sachet de leche.

El arte, por su parte (si se me perdona la cacofonía), tiene que ver con una expresión profunda del ser humano, que se da por vía de la estética, pero también de la conmoción. Me gusta decir que sin conmoción no hay arte. Mientras que en lo propio de la estética alcanza con que algo me agrade (o me desagrade) para ubicarnos dentro de su campo de acción.

Como un dato adicional insisto en que la conmoción del arte no tiene por qué pasar necesariamente por el lado de lo bello. Pero sí por la profundidad. El punto del post, en todo caso, es precisamente eso: lo difícil que está siendo diferenciar convenientemente lo superficial de lo profundo que conlleva verdaderamente un contenido esencial.

Y en esto último debemos realizar todavía un señalamiento adicional: puede haber arte para el creador, que se conmociona con su obra, a través de su acción creativa, pero no necesariamente para el espectador, que acaso permanezca indiferente ante ella (por eso la pregunta de quién dice que La Gioconda sea o no sea arte...).

Y lo otro será lo que le ocurra al espectador, frente a esa obra que ya no es más patrimonio del artista, pues ahora ha quedado liberada a su exclusiva interpretación. Que es la cuestión de la cual hablaba, precisamente, en ese post anterior titulado Re/creaciones II.

El tema da, indudablemente, para mucho. De momento, un abrazo a ambos y gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Daniel, obviamente iba a modo de broma, no hacia falta tu aclaracion. Coincido en lo que planteas.

German, en cuanto a lo que decis a lo ultimo, seguramente anda dando vueltas ahi la cuestión del funcionamiento de la industria cultural. Coincido, es muy dificil hoy discernir lo superficial de una obra verdaderamente profunda. E incluso, una de la cuestiones que reflexiono ultimamente es lo dificil que es explicarle a alguien dicha diferencia. Pero bueno, aca tambien entran las competencias culturales de los receptores, no? Algo que desarrolla muy bien Veron. Pero a mi, que me gusta discutir tratando de hacer entrar en contradicción al otro, ¿como le explico que Coehlo, por ejemplo, es una cagada? Me fui por las ramas....
Ademas, y seguramente lo sabras mejor que yo German, tambien en esta discusion anda dando vueltas la idea de masividad. Digo, para no ser ni "apocaliptico ni integrado", supongo que el arte perdió más de lo que gano con los desarrollos tecnologicos. Lo planteo porque siento algo pasa con los blogs por ejemplo. Hoy cualquiera escribe. Y el que escribe supone que eso que escribe es bueno. Y lo leen un par y ya parece mejor. Y si dice algo "copado", la industria cultural lo capta y lo masifica. Y aparecen criticos diciendo: "eso es una obra de arte". Fui muy sintetico, no? jajaj. Es algo que ni yo termine de reflexionar, pero bueno, lo tiro en crudo. Para cerrar puedo decir que, todo está posibilitado de ser una obra de arte (cuando esten puestos en juego ciertos parametros), pero será trascendente cuando provoque un quiebre en nuestro yo interior. Un desequilibrio.
Saludos.

Anónimo dijo...

¿Alguien pensó que se puede decir que una ecuación es bella? ¿O que una idea es bella?

Por ejemplo, la ecuación de Einstein e=mc2 (2 es al cuadrado) resulta muy bella. También la ecuación de Euler e(-iPI)+1=0 - lo que va en paréntesis es potencia - es bella. El arte puede contener una idea que conmocione pero que de alguna forma debe ser bella para quien la capte.

Conmocionar unicamente puede ser muy peligroso. Una bomba que explota en un shopping conmociona, pero no es arte.

Belleza sola no es arte, pero el arte debería encerrar alguna clase de belleza.

Para finalizar, toco un tema que a mi juicio define a la obra de arte: su trascendencia en el tiempo. Una verdadera obra de arte debe resistir la gran prueba que es el paso del tiempo. Miren Shakeaspeare - jamás pierde actualidad.

Germán A. Serain dijo...

Amigo Daniel, una ecuación, más que bella, en el mejor de los casos es perfecta. Y en más de un momento histórico el parámetro de la belleza estuvo asociado íntimamente al de perfección, con lo cual tu idea tiene un asidero firme.

Sin embargo, no debe entenderse por ello que una ecuación pueda ser considerada arte, puesto que no expresa una subjetividad humana, sino todo lo contrario: se trata de una expresión reveladora de una naturaleza plenamente objetiva, más allá de cualquier subjetividad u opinión, y allí es donde radica, precisamente, su perfección.

El caso de las ideas es diferente, puesto que una idea sí puede ser subjetiva. Probablemente lo sea incluso cuando remita a algo concreto en el mundo, hasta el preciso momento previo a convertirse (en caso de que tal sea la naturaleza de la idea en cuestión) en ecuación.

En cuanto a lo demás: por supuesto que el arte no es conmoción solamente, desvinculada de un contenido. Pero tampoco contenido sin conmoción. De hecho es como dice Heidegger, una partitura de Beethoven, considerada en sí misma, guardada en los anaqueles de una biblioteca, no es arte, sino algo equiparable a una bolsa de papas guardada en una bodega. Para que se convierta en arte es necesario que esa obra juegue su sentido en un campo de subjetividad y sensibilidad humana.

El caso de la bomba que vos planteás entra en el terreno del debate más escabroso. ¿Qué pasa si alguien propone, como de hecho lo hizo Stockhausen en relación al trágico S-11, que eso pueda ser considerado un hecho estético? Tengo perfectamente claro que para mí no es tal cosa, pero no tengo en cambio tan claro cuáles serían los fundamentos sólidos para tal argumentación. Tal vez (pero por el momento es sólo una hipótesis de trabajo), que así como en occidente fue un error desvincular el conocimiento racional de los componentes éticos y estéticos que también son parte constitutiva de lo humano, y así nos fue, tampoco lo estético debería desvincularse definitivamente de lo moral.

¿Qué más?... ¡Ah, sí!... Hay arte que definitivamente no es bello. Al menos no bello en el sentido tradicional del término, vinculado a lo agradable. Pienso en Las flores del mal de Baudelaire, en Una temporada en el infierno de Rimbaud, en la literatura de Poe, en los cuadros que pintó Sábato cuando ya no pudo escribir más, en el ya referido Guernica de Picasso, en la tercera sinfonía de Gorecki, en Shostakovich, en Alban Berg...

¡Y cuidado también con lo del tiempo, que es una arma de doble filo!... Es cierto que lo superficial tiende, por fortuna, a desaparecer a la larga, reemplazado a menudo por cosas tan o más superficiales que llegan a ocupar su lugar. Pero que algo no perdure no sirve como demostración de su presunta irrelevancia. Después de todo, de no haber sido por un encaprichamiento del joven Felix Mendelssohn, tal vez hoy el nombre de Johann Sebastian Bach permanecería todavía en el olvido.

Como alguna vez escribió José de Saramago, respecto de esa idea de que el tiempo se encargará de juzgar la obra de arte: "No se entiende por qué el futuro va a tener mejor criterio que el presente, o el presente mejor gusto que el pasado. Al fin y al cabo, todo presente fue futuro de un pasado. Y también pasado de un futuro.”

Uf. Creo que fue más largo mi comentario a tu comentario que la propia anotación...

Anónimo dijo...

Germán, estoy de acuerdo con vos:

- una ecuación puede ser bella y no es arte.
- Ni la conmoción sóla ni la belleza sóla definen arte.

El arte es mucho más complejo de definir, encierra conmoción y encierra belleza de algún tipo, pero no se queda en eso.

En cuanto al paso del tiempo, lo importante no es quién la juzgue, sino si una obra sigue provocando esa conmoción interna que tanto la caracateríza: como por ejemplo escuchar Beethoven o leer Shakespeare.

También muchas obras de arte se perdieron en el tiempo, y eran obras de arte. Pero la pérdida fue por una mala jugada de la historia: por ejemplo la quema de la biblioteca de Alejandría ¿cuántas obras de arte quitó a la humanidad? Las obras de Bach son obras de arte, pero si por una casualidad histórica quedaron arrumbadas en algún sótano o se quemaron... Por suerte alguien las redescubre y vuelve a tener la validez universel y temporal que la caracteriza.

Como ejemplo más actual, fijate que ultimamemente reaparecieron obras que nadie creía que existían. Me sorprendió Sandor Marai. Fijate còmo "El Encuentro" sigue siendo actual y universal.

Los comentarios largos muestran lo interesante e intricado del tema del post. ¡Todo un logro!

yo dijo...

Justamente encuentro aquí un post sobre un tema que sobre el cual también iba a escribir. Lástima que no se sabe realmente que sucedió con el perro (si murió, si nadie le dio comida). La tecnología y las palabaras permiten realizar una "edición" de los acontecimientos que termina en un: "esto es mentira...sólo quieren juntar firmas y datos para pasar spam etc etc".

Más allá de la veracidad o no de la exposición es interesante el debate y me recuerda a las imitaciones de artistas como Marta Minujín o Federico Klem (realizadas por comediantes) en donde, por ejemplo, uno de ellos rompe un florero de vidrio en el suelo al grito de ¡ESTO ES ARTE!

Saludos!

manulandia dijo...

esto es deprimente...

Coincido con la última reflexión: URGENTE una mirada crítica hacia nosotros mismos...

Anónimo dijo...

Hola Germán
Entre los numerosas cadenas de mails que recibo a diario de conocidos y amigos, recibí la noticia de la " obra" que comentás, sí, la del perro. Remarco obra entre comillas porque a partir de las vanguardias , cualquier evento u objeto que aparezca en una institución artística, presentado allí por un artista , pertenece a la categoría arte. Y es que a partir del siglo XX y la irrupción de las vanguardias, si hay algo que una obra de arte perdió ( algunas obras) es su evidencia de serlo. Así es que enfrentados a diversos eventos u objetos ya no nos preguntamos de inmediato por sus cualidades sino por su ontología: ¿esto es arte?...y sí, está en un museo, el entramado de relaciones que compone el campo artístico ( tomando " campo" como lo piensa Bourdieu) legitima esos eventos u objetos con el estatuto " obra de arte". Esto puede parecer uan perogrullada, me refiero a recalcar que todo lo que está en un museo , galería, espacio urbano señalizado como artístico, etc, es arte. No recuerdo en este momento los nombres de los artistas, pero son conocidas ciertas performances que incluyen sacrificio de animales ( gallinas, etc) , o recuerdo la de un artista con una liebre muerta en sus brazos ( prometo fijarme el nombre después).Me fui por las ramas. Vuelvo al tema del perro. Puede entenderse que el artista haya querido destacar la hipocresía de los espectadores, preocupándose por un animal, que de estar en la calle, pocos observarían, o lo harían con pena , evitando reposar la mirada en él. En cambio, al ser exhibido en el museo , surge la indignación.Así es que recibí una cadena por e mail ofreciendo un espacio para que - a través de mi firma- condene dicho suceso. No voy a negar que me llamó la atención ver tan ardoroso interés por la denigración del animal, y justo pensé lo que seguramente el artista quería: hay tantaos perros en esas condiciones en la calle , y la gente que me envió el mail no se movilizaría por ellos ( ni hablar entonces de tantas otras calamidades humanas que vemos en la calle y que vemos y la mayoría de las veces no miramos, o seguimos de largo. El perro en el museo nos enfrenta con lo peor de nosotros, tal vez también con lo mejor, ya que nos pone a la vista loq ue por la calle evitaríamos mirar , y claro: todo lo que se expone en el museo atrapa la mirada, obliga a la mirada a posarse . y en ese espacio tan particular de la sala , donde esperamos que nos muestren, nos encontramos con ese perro sufriente. Me imagino allí, no pudiendo creer lo que veo, incómoda, indignada, y dubitativa, seguramente miarando qué hacen otros, y al mirada se amplía a los otros, y la obra será el perroy la mirada de la gente hacia el perro y la del perro a la gente. Seguramente surgirán conversaciones espontáneas sobre la perversión del artista, y algunos pensarán hablar con las autoridades del museo, con organizaciones de defensa del animal, etc. Y quizás, tantas cadenas de mails con firmas, más las quejas, logren sacar al perro de allí y llevarlo a algún lugar que prpongan esas organizaciones. Y un puñado de gente pensará por unos días sobre el tema, algunos dirán que valió la pena la " muestra" porque motivó reflexionar sobre nuestros actos, nuestro compromiso en defensa de ciertos valores humanitarios; otros pasarán de largo, no sé, hay tantas alternativas...Habrá quien dirá: habría que poner en una sala a un ñiño desnutrido para que la gente recuerde ese flagelo y actúe.Y las aguas estarán divididas. En mi opinión, sin lugar a dudas el gesto del artista fue provocador , pero sólo eso, sólo logra chispazos de sensaciones, perturbación, indiganción, pena, pero nada que sedimente en un cambio d actitud real y sostenido en los espectadores. Sólo un latigazo a la mirada , quizás a algunas conciencias , sólo eso. El artista lograra´ que se hable de él , el museo de su política experimental y abierta. Y al salir del museo o luego de ver la imagen por internet volveremos a nuestras vidas y quizás , al ver un perro en similares condiciones por la calle digamos: ay! como el perro de aquél artista malvado!.
Andrea

...Aria... Absinthe Exhibit dijo...

Me recordaste 2 ejemplos importantes:

http://mentalblog.com/depot/soutine-albright-knox.jpg
Soutine,Carcass of beef

Una obra ampliamente criticada y repudiada pues.... quien podra creer que el cavaer de una vaca es arte?, Porque habria de interesarnos que lo plasmen?
Porque en una epoca de transicion de ser impresionista paso a ser expresionista, se dibujo esto, sin miramientos, amortiguadores o una razon valida, para que el artista tuviera enfrente un cadaver y lo plasmara.
Ves?, el arte cumplio su funcion, no nos interesa si pinto con oleo, si Van gogh fue su influencia, si iba de acuerdo a su tiempo pictorico.
Eso no importa, cumplio una funcion:
produjo una sensacion en el publico de su epoca y en el de esta epoca, nos asqueo, nos molesto, nos fue indiferente, pero lo logro.
Arte no es aquello que el hombre plasma porque no tiene otra manera de expresarlo? No es aquello que nos produce una sensacion?

Otro ejemplo

Cristo, Velazquez

http://hjg.com.ar/blog/img/velazquez_christ.jpg

Corre el antiguo rumor, que Velazquez tuvo un modelo para esta obra, pero su inspiracion fue tanta que literalmente colgo al modelo, y lo dejo morir, y asi siguio pintando, terminado el cuadro fue "perseguido" tiempo en el que se dice pinto las Meninas, luego por su buen trabajo fue perdonado por el rey. Aclaro, que esa es una popular leyenda.
Suponiendo que fuera verdad, la obra pierde un sentido artistico? o gana aun mas por su realismo?, fue cruel si, pero yo no negare que para mi es arte.