miércoles, marzo 11, 2009

Toulouse-Lautrec


"El cuerpo de una mujer es algo demasiado hermoso para ser perturbado por actitudes amorosas", dicen que acostumbraba decir Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec (1864-1901).

Desde su escaso metro y medio de estatura, acaso él sabía que el gesto sensual exacerbado de esa criatura bella, admirada y deseada, jamás le estaría destinado, condenado por ende a ser mero testigo y traductor de una belleza cautivante, pero tristemente ajena.

6 comentarios:

Denise dijo...

Siempre me fascinó la vida y la obra de Lautrec. Me imagino una vida atormentada que le permitió encontrar la belleza en los suburbios y los burdeles más que en la alta sociedad a la que pertenecía (aunque nunca perteneció). Me pregunto si será real aquello que se dice de que sólo pudieron ser grandes artistas aquellos que sufrieron y tuvieron sus almas perturbadas, pienso en él, en Van Gogh y en tantos otros, ¿Hubieran sido lo que son con una vida que no escapara de los parámetros de la normalidad, la cotidianeidad y el orden establecido? ¿Hubiera podido Lautrec admirar tanto la belleza de ciertas de mujeres si hubiera podido mirarlas más de cerca, cuando la materialidad casi se confunde?

Germán A. Serain dijo...

No lo sé. Sé que preferiría toda la vida, en todo caso, la belleza de la materialidad a la utópica.

En cuanto a lo demás, días atrás me crucé con esta sentencia: "El dolor agudiza la inteligencia y fortifica el alma. El goce, por el contrario, hace a las personas egoístas y frívolas."

Lo tremendo es que esto lo dijo Franz Schubert. Y yo no sé si habrá sido Schubert una persona feliz. Pero me pregunto qué sucede con uno, cuando goza con una obra de Schubert. ¿Es acaso frívolo? No lo creo.

Volviendo a Toulouse-Lautrec, me parece que su frase resume en cierto modo la naturaleza masculina respecto de las cosas del mundo: está la belleza de la contemplación por un lado, y la belleza de la posesión por el otro. Y ambas son incompatibles.

Y en cuanto a la posesión, no puedo no volver a citar aquí a Jean Baudrillard cuando decía que en realidad la posesión (habla de la sexual, por supuesto) sólo podría existir en el caso de que uno pudiese experimentar en el momento del climax el goce del otro. No dándose así las cosas, la idea misma de una posesión es no sólo engañosa, sino incluso utópica.

Anónimo dijo...

Por eso yo estoy sola, porque mi cuerpo es demasiado hermoso para ser perturbado por actitudes amorosas como dice este Sr.


Aunque entre nos, un poco de perturbación no vendría mal..

pd: me di cuenta que mis comentarios bajan el nivel intelectual a pleno jajaj (por eso me mantengo en el anonimato)

Germán A. Serain dijo...

Mmm... Todo lo que se me ocurre en este momento como respuesta, son justo esas cosas que no se le deben decir a una dama.

Anónimo dijo...

Buenísimo.. jajajaa



El intelecto debe tener una muy buena base material.




(No soy anónimo uno, soy otro anónimo)

Anónimo dijo...

me encanta lautrec y su estetica tan colorida pero tan cruda tambien. no oculta las caras desagradables, las muecas de disgusto, las mujeres fuertes. pocos pueden ser tan delicados al mostrar la intimidad de una mujer.