Navegando por la web, acción que no siempre guarda una correlación necesaria con el acto de estar webeando, encuentro un fragmento de una de las Nine Stories escritas por J.D. Salinger, y me resulta tan encantador este pasaje, y tan ilustrativo en cuanto a lo que debería ser el ejercicio de la docencia, que cedo a la tentación de dejarlo asentado aquí:
- ¿Qué harías si pudieras modificar el sistema de enseñanza? (…)
- Bueno, no estoy muy seguro de lo que haría -dijo Teddy. Lo que sé es que no empezaría con las cosas con que por lo general empiezan las escuelas. Creo que primero reuniría a todos los niños y les enseñaría a meditar. Trataría de enseñarles a descubrir quiénes son, y no simplemente cómo se llaman y todas esas cosas… Pero antes, todavía, creo que les haría olvidar todo lo que les han dicho sus padres y todos los demás. Quiero decir, aunque los padres les hubieran dicho que un elefante es grande, yo les sacaría eso de la cabeza. Un elefante es grande sólo cuando está al lado de otra cosa; un perro o una señora, por ejemplo (…) Ni siquiera les diría que la hierba es verde. Los colores son sólo nombres. Porque si usted les dice que la hierba es verde, van a empezar a esperar que la hierba tenga algún aspecto determinado, el que usted dice, en vez de algún otro que puede ser igualmente bueno y quizás mejor.
jueves, mayo 06, 2010
La enseñanza según Salinger
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