sábado, septiembre 14, 2013

Ausencia IV

Yo no sé si el olvido exista.
Y si acaso alguna vez lo supe
la verdad es que lo he olvidado.
Me gustaría poder olvidar
algunas otras cosas.
No hablo de un olvido descontrolado
sino de borrar solo algunos
determinados recuerdos
esos que lastiman
cuando llegan
y se instalan
y no ceden.

Quisiera poder olvidarte.
No siempre, sino a veces.
Pero si este fuese mi último día
mi tiempo final, mi fatal meta,
mi último pensamiento
todavía sería para vos.
Y no lloraría tanto el final de la vida
como cada momento de los muchos que
pudiendo habernos hallado juntos
nos encontraron en cambio
a cada uno por su lado
con nuestras bocas sedientas
y nuestros labios sellados.

1 comentario:

Germán A. Serain dijo...

Anónimo, gracias por tu mensaje privado. Lo he leído. Lo he comprendido a medias. Conocía parte de esa historia que mencionás, otra parte la imaginaba. Me pone mal, sin embargo, no saber quién ha sido la persona que se tomó el trabajo de escribirme. Sinceramente me haría bien saberlo, y esto por más de una razón. Gracias