Anoche soñé que yo era dos.
Vale decir: que con vos éramos tres;
concretamente: vos, yo y yo.
Recuerdo que yo te decía
que no tenía sentido
sentir celos de mí mismo.
Lo que en verdad me intrigaba
era ver si podía sentir por los dos;
vale decir: por mí y por yo,
o simplemente por uno,
como le ocurre a toda la gente.
No sé si se trató de un sueño erótico,
por más que los tres estuviésemos
desnudos y en la cama, etcétera.
Ya dije quiénes: vos, yo y yo.
Creo más bien que este raro sueño
nos habla de mi miedo a la nada:
si uno es dos, y de los dos uno muere
puede ser que el otro permanezca.
En lo que hace a tu presencia,
es como dice aquel viejo romance:
La muerte me anda buscando,
junto a ti, vida sería.
Al fin, el amor y el orgasmo
no son sino estrategias
para distraer a la muerte,
o al menos para olvidarnos
de ella por un rato.
Por cierto, quisiera que sepas
que si escribo todo esto
es porque lo soñé,
pero también
porque te extraño.
jueves, junio 08, 2017
Sueño 170608
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