lunes, noviembre 16, 2020

Todos los textos dicen las mismas cosas

Todos los textos dicen
más o menos las mismas cosas.
De seguro alguien querrá argumentar
que no es lo mismo el texto que da
que aquel otro que quita, y sin embargo
cuando un texto da algo es porque
algo que falta nos debe ser dado,
y cuando un texto algo nos quita
eso que nos ha sido extirpado
también representa una carencia.

Hay textos que hablan del amor
y otros del desamor y sus espantos,
así como hay unos que hablan de la vida
y otros de las diferentes formas de la muerte.
Y alguien podría pensarlos como opuestos.
Pero el amor y el desamor son apenas
dos aspectos de un mismo camino,
uno es la ida, el otro la vuelta,
del mismo modo que la vida y la muerte 
apenas son las dos caras de una moneda.

En definitiva, todos los textos dicen
de un modo u otro siempre lo mismo:
Yo estoy aquí. Yo que digo, hablo, escribo,
soy el gestor de una verdad proclamada.
Porque digo, puedo; y esto es todo.
La palabra es poder, es creación
de una ficción y de un mundo.
No tiene importancia lo que se diga.
Alguien que ni siquiera existe escribe:
Hágase la luz... y la luz se hizo.

No hay comentarios.: