lunes, agosto 16, 2021

El que espera...

 "Al haber perdido la esperanza porque dios ha muerto, la espera se torna intolerable", sugiere el entrevistador. Y enseguida añade otra idea: que el hecho de no soportar la espera está relacionado íntimamente con el surgimiento de la angustia. 

La entrevistada se llama Diana Sperling. Podríamos decir de ella que es ensayista o pensadora, si no fuese porque de alguna manera todos estamos ensayando todo el tiempo, y también pensando. Dejemos las disgresiones de lado por una vez.

Ella niega: dice no estar segura de si la angustia puede curarse con la acción. No lo dice ella, pero yo pienso entonces que quizás la acción sirva al menos para atenuar la angustia, para distraernos de ella. Aunque no la cure. Algo así como una ilusión. Pienso también que si todo en la vida supone una acción (nacer, comer, amar, dormir, pensar, defecar), de alguna manera la vida entera podría ser vista no más que como una ilusión.

Finalmente Sperling termina señalando que "no poder esperar que los procesos hagan lo suyo -no lo dice, pero "lo suyo" en definitiva es matarnos- es la parte nefasta". Que esa resistencia a la espera produce aun más angustia. Y que, como no soportamos la angustia, nos lanzamos a la carrera para taparla. 

Me pregunto entonces si en lo más parecido al no hacer, en la contemplación de la lluvia, del cielo, de unos ojos o de una puesta de sol, no habrá más verdad que en tantas vanas carreras.

Enlace a la nota en cuestión.

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