lunes, octubre 11, 2010

Citas para una tesis

Fernando Pessoa escribe acerca de la velocidad... Esa actual velocidad de las cosas. Y llega a la curiosa conclusión de que nuestro tiempo no es precisamente veloz. Sugiere que vivimos, en todo caso, la ilusión de una falsa velocidad:

"La velocidad de los vehículos nos ha quitado la velocidad de nuestras almas. ... Nos movemos muy rápido desde un punto en donde nada se hace hasta otro donde no hay nada que hacer, y llamamos a esto la prisa febril de la vida moderna. Pero no se trata de la fiebre de la prisa, sino de la prisa por la fiebre."


Y luego añade, en una preclara lección acerca de los verdaderos valores de nuestro tiempo:

"Toxicómanos de la velocidad, cartoneros cinematográficos, no admiramos la belleza, sino más bien su traducción. Cualquier calle tiene numerosas muchachas no menos bellas que los rostros cinematográficos. Cualquier oficina expele a la hora del almuerzo jóvenes tan apuestos como los hombres huecos de las pantallas. Estúpidos como una Mary Pickford o un Rodolfo Valentino. ... Cualquier dactilógrafa desviada que se convierta -como lo haría la mayoría, si pudiese- en amante de una estrella de la cinematografía, notará al cabo de una semana que, excepto por su rostro universalmente obvio, la pobre imagen es inferior en toda otra cualidad humana, superficial o no, a la mayoría de los muchachos que rodean a la idealista en su oficina cotidiana."


Y es verdad, así estamos: corriendo todo el tiempo hacia ninguna parte y adorando a los falsos ídolos que nacen y crecen en el seno de nuestra imaginación, mientras la vida real se nos escurre como si fuese arena entre los dedos de una mano.

1 comentario:

Germán A. Serain dijo...

¿Dónde dice Pessoa estas cosas?

Dejémoslo anotado, para satisfacer la sana curiosidad de quien se haga tal pregunta. Lo dice, de nuevo, en el ensayo titulado Eróstrato y la búsqueda de la inmortalidad.