¿Cuántos años tendrá ella? No lo sé, y no hace falta preguntarle, porque a duras penas creo que supere la mitad de los míos. Por eso me llama la atención esto que ha escrito: "Los finales felices son historias sin acabar", dice. Y la sentencia es tremendamente lúcida para alguien de su edad.
Pero encuentro las palabras justas para responderle: Le digo que es cierto, que los finales felices son solo historias sin acabar, en última instancia porque un poco más allá a todos nos espera la muerte. Un simple problema de puntuación; ese feliz no es un punto final, sino apenas un punto y coma... Pero muy a pesar de ello, no debemos perder de vista que también existe el mientras tanto.
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