lunes, abril 08, 2013

Estar cansado

Arboles, a falta de uno, he plantado tres.
Pequeños, modestos, pero allí están,
mudos testigos de mi haber hecho.
Es verdad, libros no escribí ninguno,
pero por compensación han sido miles
las hojas sueltas que mancillé
con palabras vanas como éstas.
Creo haber dicho mis verdades,
algunas de ellas, al menos,
a todo aquel que quiso escucharlas,
y también mentí, como corresponde,
cada vez que hubo que cuidar las formas.
Fui atento y amable, buen ciudadano,
señalé menos veces de las que fui señalado
y contribuí, como era dable esperar,
con el plan creador del buen dios.

Ya puede verse que hice mi tarea
en el transcurrir de mis años.
Y digo más, para que abunde:
Amé y supe ser amado.
Aborrecí y fui aborrecido.
Tuve mi fe y mis desengaños.
Engañé a otros y a menudo
también me defraudé a mí mismo.
Hice unas pocas cosas bien,
contables con los dedos de una mano,
y para compensar hice algunas otras mal;
traigan más manos si desean contarlas.

Entre idas y vueltas,
risas francas y angustias,
encuentros y desencuentros,
ilusiones, desencantos y pérdidas,
miedos de los más diversos,
y este cinismo que crece
al amparo del tiempo que pasa
muchas cosas son las que podría
dejar anotadas en este breve listado.
Casi podría decir que me doy por cumplido.

¿Qué más dirías que me falta a esta altura del camino?
¿Talento para escribir los versos que aquí y allá se perdieron?
¿Aquella famosa pelotudez de haber sido feliz, acaso?
Necedad absurda.
Estoy cansado.
No es posible pretenderlo todo.

G.S. 2013

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que lindo, no sabía que escribieras poemas, bueno lindo, tal vez un poco triste por llamarlo de alguna manera, bueno de cualquier modo ya tengo el link de tu blog. Gracias por permitirme leerte.Patricia