"No existe ningún silencio comparable a aquel que es sutilmente rasgado por el suspiro de una mujer", anotó mentalmente, en medio de la profunda oscuridad de la noche.
Y como por alguna razón la idea le pareció incompleta, enseguida añadió: "En especial, si se trata de una mujer ausente."
Revisó su idea y le pareció poética, primero, y después inquietante. Porque si aquella mujer estaba realmente ausente, ¿qué diablos era eso que estaba ahí, oculto en la oscuridad, suspirando a sus espaldas?
sábado, abril 04, 2015
Microcuento: Suspiros
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