jueves, abril 28, 2016

Sueño 164028

La puerta de metal
Yo la golpeaba mientras gritaba
mientras gritaba / gritaba
porque otra cosa no podía hacer
así son los hospicios
gritaba y golpeaba la puerta de metal
indefenso y pequeño
y desgarraba yo mismo mis ropas
como si en verdad quisiera arrancar
mi piel mis ojos mi alma
la culpa de Edipo de Orestes de todos
y el espanto de que nadie entendiera
y que en el fondo nada de eso importase.

Recuerdo que le decía a mi padre
mientras lloraba desesperado:
Yo debería estar enseñando
a todos estos que me mandan
que aseguran que están para cuidarme
pero lo único que quieren es
que permanezca callado y quieto,
y él me miraba y asentía
y me decía que así es
que así son los hospicios.

Despertar entonces jadeando
los ojos enrojecidos
las mejillas mojadas
el alma plena de angustia
no fue más que un sueño
en el reloj no son las cuatro
y querer volver a dormir
y no poder / sentir el miedo
mirar el televisor colgado en la pared
para distraerme
para olvidar la pesadilla
y ver allí otra vez
en la pantalla encendida
el cielo cerrado del hospicio
las paredes infranqueables
la puerta de metal
y golpearla / golpearla
y rasgar mis vestiduras
y gritar, de nuevo.

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