sábado, mayo 21, 2016

Cambio de respuesta

Una vez me preguntaste si acaso pensaba que corría el riesgo de volverme loco. Te contesté que no, rápidamente. Que loco estaba el mundo, sin lugar a dudas, pero no yo. Si hoy me plantearas el mismo interrogante te pediría, antes de responderte, que definieras qué cosa debería entenderse por locura. Si se trata de un mal de la mente o del alma, por ejemplo. Y probablemente mi respuesta actual sería muy otra. La cordura, en lo que se refiere al alma, es un defecto que me ha abandonado hace ya un tiempo largo. Y en cuanto a mi mente, no pongo las manos en el fuego. Los desvaríos son cada vez más frecuentes, y sería una necedad negarlo. Por no decir... una locura.

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