jueves, diciembre 01, 2016

Ser y hacer

Y vos, ¿qué vas a ser cuando seas grande? Cuántas veces nos habrán hecho esta pregunta, cuando todavía éramos chicos. Habremos contestado... quién sabe qué cosas. Hoy ya somos grandes. Y nos hemos convertido en algo que, según el caso, se ubicará a mayor o menor distancia de aquellos ideales de antaño. Hagamos entonces de nuevo la pregunta, pero esta vez en tiempo presente: Y vos, ¿qué sos ahora que sos grande? Por un instante la pregunta nos inmoviliza. Tenemos la incierta sensación de haber sido pescados in fraganti. Pero tomémonos un momento antes de responder. Porque la pregunta acaso no sea tan sencilla como parece. Por empezar, "qué-sos" no equivale a "qué-hacés", ni tampoco a "de-qué-trabajás". Que también estas dos últimas expresiones marcan asuntos diferentes; pues hacer, hacemos muchas cosas. Solamente algunas, entre todas ellas, tienen que ver con nuestra vida laboral. Otras tienen que ver con el hecho de sentirnos vivos. Las expectativas que teníamos de chicos no se limitaban, de todos modos, al trabajo. ¿Qué ha pasado con lo demás? ¿Qué tanto nos hemos alejado de aquellos ideales en nuestro camino? Hay algo que debemos considerar antes de declararnos culpables: cuando proyectamos algo, no sabemos con qué dificultades nos encontraremos, ni cuáles serán nuestros límites, ni qué cosas nos irán sucediendo. Seamos entonces un poco benevolentes. Hemos hecho en cada caso lo que pudimos. Sin duda podríamos haberlo hecho mejor, si las cosas hubiesen sido de otra manera. De haber sabido cómo, por ejemplo. Pero se aprende sobre la marcha. Incluso la experiencia nos ha demostrado que es falsa esa ilusión del capitalismo, según la cual los resultados dependen de manera directa de un esfuerzo. No es así: la voluntad es apenas uno de los muchos factores en juego. Estar en el lugar correcto en el momento indicado, o al revés, determina también muchas cosas. Pero la cuestión aquí es otra: no tiene sentido mirar demasiado hacia atrás, excepto para que la experiencia nos enseñe algo. Y tampoco hacia adelante, como no sea para ajustar lo que haremos hoy. El momento en el cual vivimos es éste: el presente. Y lo único que realmente podemos plantearnos, en cada momento de nuestras vidas, es qué podemos hacer con lo que tenemos al alcance de la mano, aquí y ahora, en este preciso instante. Hace un tiempo alguien me preguntó: "Si vos no fueses hoy quien sos, ¿qué serías?" Tras meditarlo un instante respondí: Si hoy yo no fuese quien soy, sin dudas sería otro. Un otro que tal vez, ante esta misma pregunta, acaso intuyera que podría ser esto que de hecho hoy soy.

No hay comentarios.: