lunes, mayo 11, 2020

Despertar del sueño 200509

Viajábamos en el colectivo, junto con mi madre. Era de noche y nos dirigíamos rumbo al oeste. Faltaba poco para llegar, pero de todos modos me quedé dormido. Evidentemente también ella, porque al volver a abrir los ojos ya nos habíamos pasado. Era de noche. En la calle no se veía un alma. Nos levantamos de manera apresurada de nuestros asientos. Por la ventanilla alcancé a ver un restaurante cerrado, en una esquina, justo cuando el vehículo abandonaba una avenida para adentrarse en una calle lateral.

- En la parada, por favor -le indiqué al chofer.

Obedientemente, a los pocos metros el colectivo se detuvo. Descendió primero un hombre, le cedí el paso a una mujer, y finalmente bajamos mi madre y yo. Miré alrededor: no había nadie. El hombre y la mujer habían desaparecido. También el colectivo. Estábamos en medio de un descampado.

- Tenemos que tomar el 132 para volver -dijo mi madre.
- El 132 no pasa por acá -respondí, un tanto malhumorado; y de inmediato agregué: - Lo que necesitamos es saber adónde estamos.

En ese momento desperté. Y sucedieron tres cosas. La primera: comprendí que se había tratado de un sueño. La segunda: acaso no lo comprendí del todo, pues quise volverme a dormir de inmediato, para regresar al sueño y resolver el adónde estábamos y el cómo regresaríamos a casa. La tercera... Me dí cuenta del sinsentido: no había ningún problema para resolver. Entonces me dije que probablemente lo mismo suceda en la vida. Que nos preocupemos en vano por problemas que ya no es necesario resolver.

Juanjo Ramírez Mascaró on Twitter: "Y las torres Kio se habían ...

No hay comentarios.: