De pronto me siento cansado.
Pero no es cansancio del cuerpo
sino más bien del espíritu.
Y en realidad lo que siento es
que esto no está sucediendo ahora.
Se trata más bien de un cansancio viejo
que llega hasta mí desde un tiempo antiguo
que no alcanzo a precisar.
A decir verdad a veces siento
que este cansancio mío
que cada tanto me agobia
llegó al mundo mucho antes
de que yo hubiese nacido.
Me pregunto si alguna vez
llegará a disiparse del todo.
Siento un frío repentino
que me recorre la espalda.
Miro hacia atrás.
Estoy solo.
jueves, agosto 29, 2013
Estar cansado II
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario