martes, enero 19, 2016

Acotación

Me había propuesto dejar de escribir poemas. Al menos durante un tiempo. Pero no puedo. Las palabras se organizan solas así, como en versos. Pero no quisiera engañarme: no es ninguna virtud. Por un lado porque escaso mérito tienen mis palabras, consideradas desde un punto de vista poético. Y por el otro, porque más bien se trata de una limitación, de una imposibilidad de lograr que las palabras digan algo de algún otro modo, en otra forma. Más allá de esto, mucho me temo que poco importe demasiado el asunto, dado que tampoco hay nadie para leerlas, al margen de la forma que adopten. Si insisto empecinadamente en dejar todas estas palabras por aquí, es más que nada para que no me sigan apuñalando desde adentro.

No hay comentarios.: