viernes, julio 16, 2010

De ninguna manera...

No necesitamos todo lo que la publicidad quiere vendernos.
Dios no escribió ningún dogma; los hombres lo hicieron.
Aunque respetes la opinión de los demás, 2 + 2 no es 5.
Dos hombres no son matrimonio, aunque una ley diga lo contrario.
El reggaeton no es música, no me jodas.
Escuchá Mozart y después contame.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

y depende, si los oidos de una persona no saben de que se trata, Mozart podría ser nada...baja qué parámetros lo dices? estaría bueno no generalizar y aprender a ser TOLERANTE con el resto. recuerda que en este mundo, todos vivimos..

Germán A. Serain dijo...

No mi amigo. Hay cosas con las que no se debe ser tolerante. Y el reggaetón es una de ellas.

Denise dijo...

A ver... yo estoy a favor del matrimonio igualitario pero ese no es el tema (aunque sí es el tema). Debo decir que me resultó extraño que lo expongas en términos de "lo natural". Ahora estoy un poco más cerca de coincidir con vos, aunque yo diría que muchas veces 2+2 es 5 y hasta juraría que vos me diste más de un recurso para pensarlo así. Lo que no significa que todo dé lo mismo...

Germán A. Serain dijo...

Jurarías bien, Denise.

Argumentar...

Contraargumentar...

Nunca quedarse demasiado quieto en las ideas, para que no se petrifiquen.

Gracias por pasar, por disentir, por coincidir.

Germán A. Serain dijo...

Confieso: soy una especie de reaccionario. O sea: alcanza con que me insistan demasiado con una cosa para que salga a pararme en la vereda opuesta. No obstante lo cual intento ser coherente con mis afirmaciones. Por lo menos algunas veces.


Más allá de eso, por lo general la gente no sabe de lo que habla, porque la lengua es más veloz que las ideas. En cuanto a mí, la verdad es que no tengo nada en contra de la comunidad homosexual, ni nada en contra de la heterosexual, y ni siquiera contra los que escuchan reggaeton, tengan la preferencia sexual que tengan, pobrecillos ellos, que ingenuamente creen estar escuchando música.

Lo que sí digo, y esto en relación al reggaeton, es que el verdadero arte, la poiesis, es algo que excede los límites de la razón. Esto es: no vale hacer un estudio analítico de una Sonata de Mozart, ni de un Lied de Schubert, porque el resultado ya no sería ni Mozart ni Schubert, sino algo diferente, que no emocionará a nadie. Entonces, sólo aquel que se haya conmovido con esas músicas será capaz de apreciar su verdadero sentido. No se puede explicar el sentido del arte, del mismo modo en que no se podría explicar lo que es el amor, el miedo, la pasión, la belleza. No le podés explicar qué son los colores a un ciego de nacimiento. Y tampoco me preocupa que los demás me crean. Que cada quien haga y piense lo que quiera. Yo me limito a decir mi verdad. Algunos piensan que eso se llama intolerancia. Yo creo que vivimos en universos diferentes.

Realmente soy un convencido de que, incluso cediendo ante el imperativo moral de respetar siempre la opinión de los demás, no todo es lo mismo, no todo es igual.

Y antes de despedirme sólo añadiré que, a riesgo de que se me considere contradictorio (ser a veces contradictorio es uno de los lujos que hace tiempo he decidido permitirme), algunas veces, en situaciones excepcionales, pero que finalmente tienen de vez en cuando lugar, 2 + 2 sí terminan siendo 5. Es una de las cosas que más me gusta enseñar.

Julia dijo...

"...sólo aquel que se haya conmovido con esas músicas será capaz de apreciar su verdadero sentido..."

Por ahí a vos el reggeaton no te conmueve, pero a otras personas el reggeaton las debe emocionar como a vos Mozart. Creo que son temas muy personales, dependen del gusto.
Si, por ahí, me sorprende más tu posición frente a la ley de matrimonio igualitario.

Pero al fin y al cabo todos tenemos nuestras verdades y nuestra perspectivas de las cosas. Hay que aceptar la diversidad y que no todo es y sale como uno quiere, por eso la ley me parece un paso adelante.

Germán A. Serain dijo...

Lo dicho en otra entrada de este mismo blog, Julia: Seguramente se trata de un paso adelante, pero hay que considerar que a veces uno se encuentra justo justo en el borde del precipicio.

Dudo, por lo demás, que cualquier persona, puesta ante Mozart y el reggaetón, pueda tener alguna duda real al respecto. Salvo que se trate de un sordo, por supuesto (y que ese sordo no sepa leer música, que un Beethoven sabría distinguir muy bien la diferencia). Te digo en este sentido que hay muchas clases de sordera, y la banalización del arte, su vaciamiento de sentido, es una de ellas, que se cuenta -creo yo- entre las más graves.

Anónimo dijo...

hola querido, mira, todo lo que tiene ritmo, y se puede escribir en un pentagrama, es musica, el ruido que haces al caminar, es musica, los sonidos que escuchas y te producen sentimientos, hacen musica, estas confundido en tu concepto de lo que es musica, es cierto, si comparas mozart y daddy yankee la diferencia es abismal!! en cuanto a dificultad, armonia, y mil cosas mas, pero ambos son musica... saludos! abrazos!! y sigo prendido a todos los blog tuyos! me gusta mucho leerte!

Germán A. Serain dijo...

En mi defensa de la verdadera música diré que ella es una forma de expresión del arte. Con lo cual no todo sonido es música. Precisamente, una cosa es el ruido, y otra la música.

Tratándose de arte, la vulgaridad es una dimensión inadmisible. Y el tal daddy yankee, junto con toda una caterva de pseudoartistas de su misma calaña, es no sólo superficial, sino además vulgar.

Y no tiene que ver con la complejidad; una canción de Yupanqui es sencilla, pero tiene alma. Hay una diferencia esencial entre el arte y lo que meramente es producto de una sociedad industrial: el arte nace del corazón de un artista y deja algo perdurable en quien las escucha con suficiente atención; lo otro no nace, sino que se fabrica.

Al decir de Marcel Proust, el arte no se inventa, sino que se descubre, y capta correspondencias furtivas con el alma y con el mundo. Por eso permanece; ese es su valor.

Saludos, y gracias por pasar. Aunque la próxima vez me gustaría conocer al menos tu nombre.